Yogures vegetales: sus propiedades y cómo hacerlos en casa
Los yogures vegetales son una alternativa a los lácteos para muchas de nosotras. Descubre más sobre ellos y aprende a hacerlos en casa fácilmente y con productos naturales.
El yogur es un alimento que se obtiene al fermentar leche de origen animal, pero cada vez hay más personas que deciden excluirlo de su dieta, ya sea por intolerancia, alergia o por decisión propia. ¡Buenas noticias! Hay una alternativa: el yogur vegetal.
Es muy similar al tradicional en cuanto a textura, sabor y color. La diferencia principal está en su origen, ya que, en lugar de estar hecho a base de leche de vaca, cabra u oveja, el yogur vegetal se elabora a partir de bebidas vegetales.
Preparar yogur es muy sencillo, solo tenemos que escoger una bebida de origen vegetal (de arroz, almendras, avena, soja, etc) y añadirle las bacterias adecuadas que provocarán la fermentación. Tras esto, se calienta y se deja en un lugar cálido durante unas 48 horas.
Las bacterias son probióticos, también les llaman fermentos y los venden en cápsulas que podrás encontrar en farmacias y herboristerías. Si no dispones de estos para elaborar tu yogur vegetal casero, puedes utilizar un yogur vegetal comercial, aportando las bacterias que le faltan a tu elaboración casera.
Si prefieres agilizar el proceso de elaboración, puedes utilizar un deshidratador o una yogurtera para que el yogur fermente más rápidamente. También puedes incluir otros ingredientes para darle un sabor o textura diferentes, como frutas o frutos secos.
Estos yogures aportarán un sinfín de ventajas a tu organismo:
- Son una gran fuente de fósforo y magnesio. Además, si queremos aumentar el nivel de absorción de calcio, puedes añadirles unas cuantas semillas de sésamo o alguna fruta rica en vitamina C.
- Contienen mucha vitamina B, reforzando las defensas, combatiendo las infecciones y mejorando la salud cardiovascular.
- Las bacterias del yogur contienen propiedades probióticas beneficiosas para la flora intestinal.
- Son bajos en grasas, favoreciendo la regulación y el control del colesterol.
- Contribuyen a la absorción de nutrientes y a la asimilación de grasas saludables.
Las numerosas propiedades convierten a este alimento en un producto muy interesante para nuestra dieta. A continuación, te ofrecemos una lista con algunas opciones para que puedas hacer y disfrutar desde casa.
Yogur de soja
La soja es una de las legumbres más usadas por vegetarianos y veganos, ya que cuenta con un alto contenido proteico. Basta con consumir el yogur de soja con frutos secos o cereales integrales para obtener una proteína completa y de mejor calidad.
Yogur de coco
Puedes comerlo tal cual o echarle granola, frutos secos, frutas secas o frescas o utilizarlo para recetas saladas, como una deliciosa salsa de yogur para dipear con palitos de zanahoria o unas patatas fritas.
Yogur de arroz
Esta receta es muy saludable y fácil de elaborar. Puedes acompañarlo con cualquier fruta de temporada o mermelada para quienes no quieran o puedan consumir azúcar. Perfecto para seguir tu dieta sin remordimientos.
Yogur de frutos del bosque
Sus ingredientes convierten esta receta en un alimento rico en proteínas y en diversos nutrientes. Podrás controlar la cantidad y el tipo de azúcar que quieres utilizar, además de acompañarlo con un poco de granola o quinoa inflada.
Yogur de almendras
Las almendras son una gran fuente de omega 6, zinc, magnesio, proteína y vitaminas D y B12. Además, no contienen gluten, por lo tanto los celíacos pueden incorporar este postre a sus dietas sin problema.
Yogur de lúcuma
La lúcuma tiene una gran fama en América del Sur gracias a sus propiedades medicinales. Aporta pocas calorías y grandes nutrientes como fibra, fósforo, calcio, hierro, tiamina, niacina, vitamina C, A y riboflavina. Es más, se considera que es uno de los grandes sustitutivos para productos de origen animal por su aporte de calcio.
Yogur de castañas y fruta
Las castañas nos aportan gran cantidad de fibra y minerales beneficiosos para nuestra salud. Este plato te saciará a la vez que te encantará.
Yogur de anacardos con compota de manzana y remolacha
Esta receta puedes usarla para elaborar dulces, desayunos, salsas, cremas... Tiene una textura, un sabor y un aroma ácido que nos recuerda a los yogures tradicionales. No tiene desperdicio.