
15 alimentos que te ahorrarán visitas al dentista
El secreto de la salud de nuestra boca puede estar en la nevera. Algunos alimentos pueden ayudar a prevenir enfermedades de dientes y encías, actuar frente a la placa (combatiendo las bacterias) e incluso refrescar el aliento.
El secreto está en la nevera
Cepillarnos los dientes tres veces al día, pasarnos el hilo dental, usar colutorio y… ¿comer? El secreto de la salud de nuestra boca puede estar en la nevera. Algunos alimentos pueden ayudar a prevenir enfermedades de dientes y encías, actuar frente a la placa (combatiendo las bacterias) e incluso refrescar el aliento.
Todos sabemos que la alimentación es un factor clave en nuestra salud, salud que la mayoría de las veces, comienza por la boca, “ya que muchas enfermedades y patologías son causadas por previos problemas bucales”, indica el doctor Iván Malagón, especialista en Ortodoncia y Estética Dental y director de Iván Malagón Clinic.
Para una dentadura saludable sabemos que debemos restringir alimentos muy ricos en azúcar y bebidas carbonatadas, no fumar ni beber alcohol. Pero poco más. Sin embargo, lo que nos metemos en la boca, no sólo influye en nuestro estado de salud general, también afecta a la de nuestros dientes y encías”, subraya la Asociación Dental Americana.
Igual que hay alimentos que debemos consumir con moderación o directamente evitar, hay otros que tienen cualidades muy beneficiosas para nuestra boca, nuestros dientes y nuestras encías.
El peor enemigo de los dientes es el ácido, directamente contenido en la comida y la bebida, o producido por las bacterias orales como reacción a los alimentos ricos en azúcar. Los mejores amigos de la boca son alimentos que neutralizan los ácidos, nos proveen de vitaminas y minerales y ayudan a estimular la producción de saliva.
Existe una clara relación entre los malos hábitos alimentarios y las enfermedades dentales. La comida rápida o los alimentos precocinados son claros ejemplos de esta relación: su alto contenido de azúcares y otros hidratos de carbono favorece la proliferación de las bacterias y la formación de caries.
Como recomendación general, la alimentación diaria debe ser rica en dos componentes esenciales para la salud de dientes y encías: el flúor, que es un factor protector frente a la caries y ayuda a reforzar el esmalte y la estructura dental, y el calcio, que es necesario para mantener la mineralización de los dientes. La Organización Mundial de al Salud recomienda consumir unos 800 mg de calcio diariamente a los adultos y 1.200 mg para los niños en etapa de crecimiento, mujeres embarazadas y mayores de 50 años. Si no se consume calcio suficiente el organismo lo extraerá de los huesos. Esto favorece la osteoporosis y la enfermedad periodontal.

Junto a otras virtudes, su alto contenido en Xylitol ataca las bacterias que provocan la placa dental y, además “son ricas en fructosa, lo que supone un modo de aportar a nuestro organismo azúcares de forma natural”, dice el doctor Iván Malagón.
Otra de las propiedades del componente “estrella” de las fresas es que estimula la circulación sanguínea en las encías y esto aporta vitalidad a la los dientes, además de que estabiliza la caries aguda.

De ellas se ha llegado a decir hasta que sustituyen al cepillado. No es para tanto, pero su alto contenido en vitamina C las convierten en unas grandes aliadas para la dentadura y tomarlas como postre ayuda a eliminar la placa dental.

Los lácteos son ricos en calcio y vitamina D, los cuales fortalecen los dientes y blanquean el esmalte.

Los apios contienen ácido málico, que ayuda a incrementar la saliva, que a su vez limpia la dentadura y elimina las manchas. ¿Y sabes que también es un buen aliado para adelgazar?

Al igual que el apio y la manzana, su textura firme obliga a masticar y eso influye en su capacidad para ayudar a eliminar (un poco solamente) la placa bacteriana de la superficie dental.

Sí, tan sencillo como que beber agua lava tus dientes, elimina los ácidos, mantiene el pH de la boca y contiene flúor.

Entre sus beneficios, ayuda a combatir la caries por los agentes antibacterianos presentes en el grano. Eso sí, deben tener alto contenido en cacao (70 %) y poco o nada de azúcar. Toma muy poquita cantidad, porque si te pasas se oscurecerán tus dientes.

Es uno de esos alimentos antienvejecimiento. Los arándanos interrumpen la unión de las bacterias orales antes de que puedan formar la placa.

Esta y otras verduras de hoja verde que necesitan que las mastiquemos un rato, estimulan la secreción de saliva y, por lo tanto, neutralizan el ácido y limpian los dientes.

Posee un antioxidante llamado catechina que ayuda a evitar la inflamación de las encías producida por las bacterias y así previene enfermedades periodontales.

De sobra hemos oído hablar de su alto contenido en omega 3 y vitamina D, un componente esencial que ayuda al organismo a absorber calcio, que fortalece huesos y dientes.

Y a ser posible con xylitol, porque ayuda a la limpieza de los dientes y estimula la producción de saliva, en la que ya de por sí existen elementos antibacteriano. Además distrae el apetito.

Especialmente las rubias. Son las más beneficiosa para los dientes ya que, proveen al organismo de nutrientes esenciales para la fortaleza de la dentadura, como el silicio y el calcio, especialmente las que son artesanales. “Además, las rubias, contienen más lúpulo, un componente antioxidante que ayuda a combatir las bacterias y hongos que dañan la boca. Además tiene propiedades antiinflamatorias”, dice Malagón. Además de hidratarnos, nos aportan vitaminas, sales minerales y sustancias antioxidantes.

Son los mejores amigos para conseguir una sonrisa blanca, ya que tienen efecto blanqueador natural.

Consumido con moderación puede beneficiar directamente a los dientes. Además de tener cantidad de beneficios para nuestra salud general, una de sus últimas aportaciones conocidas es la prevención de las caries.