
Los beneficios de los canónigos que nadie te contó
Sabrosos en ensaladas variadas, deliciosos y de aspecto aterciopelado, los canónigos ponen un toque saludable y refinado en tus platos.
Esta planta, muy resistente al frío, es originaria de Sicilia, aunque actualmente se encuentra por toda Europa. Deben su nombre a que, durante la Edad Media, eran cultivados y consumidos por los clérigos en los conventos cristianos. Tiene un aspecto parecido a los berros, aunque sus hojas son de mayor tamaño, y un sabor delicado que recuerda a la nuez o la avellana, con un toque de fondo ligeramente picante que llega a ser amargo cuando los canónigos son viejos. Puedes conservarlos durante tres o cuatro días en el frigorífico, en la zona de las verduras, cubiertos con papel absorbente.
Desde el punto de vista del valor nutritivo, son ricos en vitaminas (betacaroteno, vitamina C y ácido fólico) y minerales (hierro, yodo y potasio). Se utilizan también como guarnición y para decorar los platos.
La mejor compra
Elígelos bien frescos, de color verde intenso y brillante, sin hojas marchitas ni amarillentas. Son mejores los de hoja pequeña, tiernos y mucho más aromáticos. Puedes encontrarlos en manojitos, pero su limpieza resulta algo pesada, pues hay que eliminar las pequeñas raíces de la base de los tallos y lavarlos cuidadosamente bajo el chorro del agua fría para eliminar todos los restos de tierra. También tienes la posibilidad de comprarlos ya seleccionados y prelavados, o en bolsas envasados al vacío y listos para utilizar. Los manojos prelavados solo necesitan un último aclarado con un chorrito de agua fría y escurrirlos bien, si es posible con una centrifugadora de ensaladas.
Cómo servirlos
Están deliciosos en ensaladas, solos o con otros ingredientes, aderezados en el último momento con una vinagreta suave para no enmascarar su sabor. Salteados con mantequilla durante unos segundos son una guarnición deliciosa para un plato de pescado o carne. Prueba también a saltearlos en un wok y sírvelos con unos dados de jamón. Picados, como el perejil, perfuman un puré de patata o dan un toque original a una tortilla.
En esta galería te mostramos los beneficios de los canónigos para la salud. Sigue leyendo.

En 100 gramos de canónigos:
Calorías: 21 gr
Proteínas: 2 gr
Fibra: 1.5 g
Carbohidratos: 0.7 gr
Grasa: 0.4 g
Sodio: 4 mg
Hierro: 2.2 mg
Calcio: 38 mg
Potasio: 459 mg
Magnesio: 13 mg
Vitamina B6: 0,25 mg
Vitamina C: 35 mg
Vitamina E: 1 mg

Por su alto contenido en hierro (2 mg por 100 g, casi la misma cantidad que la que contiene la carne), los canónigos combaten la anemia ferropénica y están indicados para mujeres con menstruaciones muy abundantes.

Los canónigos son ricos en fósforo, hierro y manganeso. Además contienen casi el 20% del calcio que necesitamos tomar a diario. Por su contenido en vitamina K, los canónigos, junto con otras verduras de hoja verde, facilitan que el tejido óseo se renueve y se refuerce.

El ácido fólico nos ayuda a producir glóbulos blancos y a la fijación del hierro en la sangre. 100 g de canónigos aportan la mitad del ácido fólico que se necesita diariamente. Por eso, las embarazadas deben incluirlos en su dieta; además del ácido fólico le aportarán vitaminas y otros nutrientes.

Los canónigos son una planta de la misma familia que la valeriana. Son relajantes, ayudan a dormir y a controlar los nervios, la ansiedad y el estrés. Al igual que otros tipos de brotes, son ideales para tomarlos en verano, cuando el calor nos impide descansar bien.

Por su alto contenido en betacarotenos y vitaminas A, C y E, aumentan nuestras defensas y producen colágeno, regenerando nuestra piel, pelo y uñas, manteniéndolos en buen estado, y ayudando a combatir la acción de los radicales libres.

Al igual que otros vegetales de hoja verde, ayudan en la salud de los ojos y previenen la ceguera nocturna al contener luteína y zeaxantina, nutrientes muy importantes para la vista.

Los canónigos son un alimento diurético ya que contienen magnesio y vitamina B. También nos aportan fibra para ayudarnos contra el estreñimiento. Por su contenido en potasio, depura y limpia la sangre de sustancias tóxicas. Si tomas dos ensaladas de canónigos al día, desintoxicarás el organismo de forma natural.

Ya que apenas contienen calorías y, por su contenido en fibra nos dan sensación de saciedad. También contienen yodo, mineral que ayuda a la glándula tiroides a funcionar con normalidad.

- Pertenecen a la familia de las valerianáceas, con más de 300 especies.
- Su sabor es parecido al de las nueces.
- Se utilizaron mucho en la cocina del los siglos XVIII y XIX, pero al no adaptarse la planta al frío, se sustituyó por otros tipos de lechuga.
- En la actualidad crece silvestre en los campos con humedad, principalmente en Italia, Alemania y Francia, y solo se consume en Europa.
- Se los conoce como hierba de gato porque su olor característico atrae a estos animales, que la consumen como laxante.
- Se cosecha en marzo-abril y se recolecta en otoño, pero solo se vende en invierno.
- Su nombre se refiere al lugar donde se cultivó en la antigüedad: los jardines de los monasterios.
- También se les llama: lechuga de los corderos, dulceta, valeriana comestible o valerianilla portuguesa, valerianela o lechuga de campo.

Rehogar en 2 cucharadas de aceite 2 escalonias y un diente de ajo muy picados. Dejar enfriar y poner en un bol. Añadir una cucharada de zumo de limón, una cucharadita de mostaza en grano, 2 cucharadas de canónigos picados, sal y pimienta. Aderezar con ella ensaladas de arroz o pasta.

Coge una bolsita de canónigos frescos, un puñado de nueces, otro de frutos secos al gusto, 100 gramos de queso fresco y otros 150 gramos de aguacate. Para el aliño necesitas aceite de oliva, vinagre de Módena, una cucharada de miel, sal y pimienta.
Mezcla todos los ingredientes en una fuente. Haz una vinagreta con el vinagre, la miel, la sal y la pimienta. Incorpora el aceite poco a poco para que la salsa se emulsione y aliña la ensalada con esta vinagreta.