Cómo congelar (y aprovechar al máximo) la fruta que tienes en casa

Aquí tienes algunas ideas originales y deliciosas para aprovechar fruta congelada que tengas en casa. ¡Toma nota!
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¿Tienes fruta demasiado madura y a punto de pasarse en casa? ¡No la tires! Tu congelador puede convertirse en tu mejor amigo cuando se trata de extender la vida útil de la fruta y de poder sacarle todo el partido justo cuando lo necesites.

Para aprovechar al máximo todo lo que tengas por la cocina, solamente necesitas un congelador. Tan pronto como te des cuenta de que no vas a utilizar una fruta determinada, córtala, métela en bolsitas transparentes y congélala. Es importante hacerlo en cuanto ya sepas que no las vas a utilizar de momento, ya que cuanto más fresca la congeles, mejor será el resultado. Pela y pica los plátanos, descorazona y rebana las manzanas y peras, descascarilla las fresas, pica las ciruelas y abre los mangos y otras frutas con huesos. Haz todo esto después de lavar las frutas que no van peladas. A continuación mete los trozos en bolsas con cierre zip para sándwiches y colócalas en el congelador. Las tendrás listas para usar cuando quieras. ¿Quieres un consejo? No te olvides de anotar en la bolsa la fecha de congelado. Aquí tienes algunas ideas para aprovecharla después:

Batidos y smoothies: aunque comer la fruta entera es lo más recomendable y lo mejor para la salud, los batidos de frutas congelados pueden ser una alternativa sabrosa, nutritiva y súper fácil de preparar para el desayuno en días que tengas prisa. Lo mejor de usar fruta congelada es que no es necesario agregar cubitos de hielo a los batidos para que se enfríen de manera refrescante. Los plátanos, las fresas o los kiwis te encantarán bien fresquitos, con leche y alguna verdura.

Helados: la fruta congelada también se puede usar para hacer un helado de forma rápida: las bayas tienden a funcionar mejor, mezcladas con un poco de yogur, miel o leche. También puedes congelarla en moldes especiales para preparar helados  de polo o incluso sorbetes.

Mermeladas: las mermeladas también son excelentes para aprovechar un exceso de fruta fresca o congelada, y cuando se almacenan en frascos esterilizados, durarán meses. Mermelada de fresa, de melocotón, de ciruela, etc. Las opciones son de lo más variado.

Compotas: otra idea interesante es hacer compotas de frutas, algo que también es muy simple. Además, suelen ser deliciosas, por ejemplo, mezcladas con yogur por las mañanas en el desayuno. Aquí tienes una idea original: puedes convertir cualquier compota (de manzana, de peras, de melocotón…) que te sobre en cubitos de hielo tiernos y afrutados que después podrás añadir a cócteles para darles un toque especial, por ejemplo.

Crumbles y pudines: Los postres como estos son realmente versátiles y admiten muchas combinaciones, por lo que puedes añadir cualquier fruta congelada que tengas guardada en el congelador a la hora de prepararlos. Tarta de manzana, ciruela y kiwi crumble, o una variación con ruibarbo, frambuesas y peras; un pastel de moras y manzanas… ¡Tú eliges!

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