Del algodón blanco
Se deja diez minutos en remojo en una mezcla de agua con lejía (en una proporción de ¼ litro de lejía por un litro de agua). Se escurre y se mete en otra mezcla de agua con un chorro de amoníaco. Luego se lava normalmente.
Del algodón de color
Cuando la prenda es de color, la mejor solución es frotar la mancha con una gota de glicerina. Ha de hacerse con movimientos circulares para que la glicerina penetre en los tejidos. Al final se aclara bien al chorro de agua tibia y se lava.
De las prendas de seda
Se frota la mancha, con mucho cuidado, con un algodón empapado en agua oxigenada. Luego, se deja en remojo toda la zona de la mancha en agua oxigenada de 10 volúmenes (sea la prenda de color o blanca). Se saca y se pone en remojo en una mezcla de agua con un chorro de amoníaco. Por último, se lava con agua y jabón líquido.
De las alfombras y moquetas de lana
Se frota con vinagre blanco ligeramente rebajado con unas gotas de agua. Debe hacerse con un cepillo de cerdas suaves y en la dirección del pelo. Luego se aclara con un trapo empapado en agua limpia y fría.
De los tejidos de lana
Esta manchas se disuelven lavándolas con agua jabonosa. Si tiene bastante tiempo, lo mejor es frotarla con una mezcla de alcohol de 96º y agua a partes iguales. Se aclara bien, se cubre con jabón líquido y se deja que el jabón actúe. Se aclara de nuevo, y se lava de la manera habitual.
De la madera
La mejor solución es pasar sobre la mancha un algodón empapado en agua templada con unas gotas de amoníaco. Luego se nutre con un trapo de algodón y el producto habitual que usemos para limpiar la madera.
Del mármol
Si el mármol es blanco se frota la mancha con un algodón empapado en agua oxigenada a la que, si se quiere, se pueden añadir unas gotas de zumo de limón. Se debe aclarar inmediatamente con agua y jabón líquido porque el limón es muy abrasivo para el mármol. Si éste es de color se frota con éter y se lava.