La grosella negra es una baya que, al igual que otros frutos rojos, contiene un montón de nutrientes, como vitaminas, minerales y antioxidantes que ayudan a cuidar de nuestra salud. Este fruto es muy típico de los países nórdicos, aunque después de conocer todos sus beneficios querrás añadirlo tú también a tu dieta. Te contamos todo lo que tienes que saber sobre esta pequeña fruta de sabor agridulce.
Esta fruta aporta muchas propiedades saludables y pocas calorías (63 kcal por cada 100 gramos). Si por algo destaca esta fruta es por su elevado contenido de vitamina C, que le confiere propiedades antioxidantes. ¿Quieres descubrir todos sus beneficios para la salud? Te los resumimos a continuación.
Una bomba de antioxidantes
¿Sabías que las grosellas negras tienen el doble de vitamina C que las naranjas? Este micronutriente cumple un papel fundamental en el organismo, pues se encarga de reparar y mantener los tejidos celulares. Una de las funciones más importantes de la vitamina C es mantener los niveles de colágeno, muy importantes para la formación de tejido conectivo en piel, huesos y ligamentos. Dicha vitamina actúa sobre sobre la formación de puentes de colágeno y combate los radicales libres responsables del envejecimiento de los tejidos, por lo que las grosellas negras son un estupendo antioxidante.
Además de la vitamina C, la grosella negra contiene antocianinas, un tipo de polifenoles que ayudan a combatir la activación de componentes proinflamatorios en el sistema inmunológico.
Una dieta en la que se consuman abundantes frutas y verduras es clave para combatir el colesterol. La grosella negra es especialmente recomendable para ello gracias a su contenido en antocianinas. Este tipo de polifenoles ha demostrado ser eficaz a la hora de reducir el colesterol LDL en la sangre. Un estudio reveló que las personas tratadas con este extracto mostraron niveles de colesterol mucho más más bajos que los no tratados.
Las antocianinas, un tipo de flavonoides presentes en la grosella negra tienen propiedades antiinflamatorias. Por lo tanto, es recomendable su ingesta disminuir la inflamación de las articulaciones en casos de artritis. Además, esta fruta combate la retención de líquidos en las zonas afectadas.
Como ya te contamos anteriormente, las grosellas negras tienen altas cantidades de antocianinas. Este flavonoide también es muy bueno a la hora de cuidar la salud de nuestros ojos, pues mantiene en buenas condiciones la córnea y los vasos sanguíneos de los ojos. Además, ayudan a reducir el riesgo de degeneración macular, cataratas y retinopatía diabética.
El alto contenido en fibra (un hidrato de carbono que el cuerpo no puede digerir) de las grosellas negras las convierte en una fruta perfecta para combatir el estreñimiento y cuidar nuestro sistema digestivo.
Los efectos antioxidantes y antiinflamatorios de las grosellas negras son buenos para los riñones, pues ayudan a prevenir trastornos en estos órganos, protegiéndolos de inflamaciones e infecciones. También favorecen la excreción del exceso de ácido cítrico y ácido oxálico del organismo. Si no se expulsan, estos dos ácidos pueden reaccionar para formar cálculos renales.