Seguro que te has fijado en la llegada de un nuevo producto a la sección de lácteos del supermercado: el kvarg. Se trata de un lácteo de origen sueco que cada vez va ganando más terreno en nuestra cocina. Estamos ante una nueva versión del queso quark en formato bebible o en cuchara que aporta un sinfín de beneficios si lo añadimos a nuestra dieta, especialmente entre aquellos que están tratando de ganar músculo. Te contamos todo lo que tienes que saber sobre él.
El kvarg es un tipo de queso cuajado muy utilizado en la cocina sueca, donde forma parte de masas y pasteles, especialmente en recetas típicas como los lussebullar (bollos de azafrán). Se asemeja al yogur pero su sabor y proceso de elaboración es más similar al queso. Su sabor es ligero, ligeramente agrio, y tiene una textura suave, como una mezcla entre yogur y queso fresco. Al paladar es similar a quesos como el queso de resma, el queso cuajado el ricotta o el queso de granja.
¿Qué beneficios nos aporta el kvarg?
Es saciante, ligero y delicioso. En la elaboración del kvarg se utiliza leche de vaca, que puede ser entera o desnatada, pasteurizada coagulada mezclada con cuajo, lo que le aporta una textura bastante consistente y una gran cantidad de proteínas de alto valor biológico (los 34 alimentos con más proteínas) y facil asimilación, especialmente caseína (gracias al suero de leche). De hecho, el consumo de este lácteo nos garantiza el aporte de entre el 30 y el 60% de la cantidad diaria recomendada de este macronutriente, por lo que es perfecto si estás tratando de ganar músculo, controlar el apetito y mantener la sensación de saciedad. Su bajo aporte de grasas (menos del 1%) y de azúcares, sumado a su alto contenido de proteínas, lo convierten en un alimento muy interesante desde el punto de vista nutricional, sobre todo para deportistas y aquellos que están tratando de aumentar su masa muscular.

Tampoco hay que perder de vista su elevado aporte de vitamina B (como en la mayoría de lácteos), micronutriente fundamental para mantener el sistema inmunológico en buenas condiciones. Nuestro cuerpo la necesita también para regular el metabolismo celular y gestionar la energía.
Asimismo, el kvarg es una buena fuente de calcio, muy importante para mantener huesos y dientes en perfecto estado. También sirve para regular los procesos de contracción muscular, la función cardíaca, la transmisión de impulsos nerviosos y la coagulación sanguínea.
En comparación con otros lácteos, el kvarg aporta poca sal, lo que lo convierte en una excelente opción para personas con presión arterial alta o para quienes desean controlar su ingesta de sodio. Es uno de esos alimentos que bajan la tensión, perfectos para mantenerla a raya.
¿Cómo consumir el kvarg?
Ahora que ya sabes todas las propiedades de este delicioso lácteo escandinavo, toca pensar en cómo añadirlo a tu dieta. Por suerte, el kvarg es un alimento muy versátil. Puedes utilizarlo para preparar salsas, rellenos, como untable en una tostada o como snack saludable acompañado de frutos del bosque. Otra opción es en bowl de desayuno con base de kvarg, fruta fresca y granola.