La manzana no tiene nada de exótico, no se presenta bajo el halo de superalimento, no viene de ningún país lejano ni posee un nombre extraño para nosotros. Tampoco cuesta una fortuna. Sin embargo, esta humilde fruta, que está presente todo el año en el mercado, es una auténtica bomba de salud y sí, puede ayudarte a adelgazar. Te explicamos cómo.
Una de las maneras en que la manzana puede echarte un cable a la hora de quitarte de encima algún kilillo de más es convirtiéndose en un snack saludable para la mañana y/o la tarde. Sustituir un tentempié poco saludable, azucarado, calórico o rico en grasas de mala calidad por una manzana, evitará que esa carga de calorías pase a tu cuerpo y acabe convirtiéndose en grasa, frustrando tu deseo de adelgazar y no contribuyendo a una alimentación sana. Si crees que no va a ser suficiente para calmar tu hambre, córtala en pedazos y acompaña con una cucharadita de mantequilla de cacahuete (sin aceites añadidos ni azúcares. Solo cacahuete). La combinación es deliciosa y añadir esta proteína grasa hará que el efecto saciante sea mayor. También puedes tomarla junto a un puñadito de frutos secos sin sal ni fritos, queso fresco o un yogur natural sin azúcar.
La manzana posee un índice glucémico bajo, de 36 en una escala de 100. Esto, a grandes rasgos, se traduce en que no va a producir un subidón del nivel de azúcar en sangre por lo que al poco rato de comerla no vas a estar deseando devorar otra cosa. Justamente lo contrario ocurre con los snacks azucarados y ultraprocesados, producen tal subidón y posteriormente tal bajón que el organismo rápidamente reclama más alimento para solucionar ese bajón en picado de glucosa en sangre que se ha producido. Como decimos, es saciante y nutritiva, salvo en casos de intolerancia es una excelente opción.
Y si tu problema es la pereza, la manzana es tu solución. No necesitas pelarla, ni cortarla, solo lavarla bajo un chorro de agua fría y frotarla con la mano para eliminar las impurezas que puedan quedar en su piel. La puedes llevar dentro del bolso y en casa solo necesitarás tenerla a la visa para cogerla sobre la marcha. ¡No hay excusas!
¿Quieres saber de qué manera pueden las manzanas ayudarte a adelgazar? ¡Sigue leyendo!
Son bajas en calorías
Aunque no todas las manzanas tienen las mismas calorías (una Granny Smith pequeña contiene 80 calorías mientras que una más grande de la variedad Honeycrisp posee unas 125 calorías), no hay que preocuparse por elegir una u otra. Todas las manzanas son una excelente opción para adelgazar y fomentar la salud, sobre todo cuando sustituyen otros aperitivos más calóricos.

Son altas en fibra
Fibra y pérdida de peso suelen ir de la mano. La manzana, con alrededor de 5 g de fibra por pieza, es considerada un alimento rico en este compuesto. La fibra ayuda a adelgazar porque sacia, es decir, disminuye la sensación de hambre. Además, le va bien a tu intestino ya que promueve la salud de las bacterias buenas que allí se encuentran, algo que puede influir en la forma en que el cuerpo metaboliza y usa la energía que consumimos.

Contienen mucha agua
Los estudios han demostrado que una mayor hidratación puede contribuir significativamente a la pérdida de peso y de grasa. Las manzanas contienen un 86% de agua. Esto y su alta cantidad de fibra hacen que sean muy saciantes.

Tienen un bajo índice glucémico
El índice glucémico (IG) es una escala que va del 0 al 100 e indica cuánto eleva la glucosa en sangre un alimento en las dos horas siguientes a su consumo. Las manzanas tienen un IG bajo, de 36. El IG está relacionado con la pérdida de peso de la siguiente manera: los alimentos que tienen un IG alto hacen que los niveles de azúcar en sangre suban rápidamente y nuestro cuerpo ante eso reaccionará segregando insulina para reducirlos. En el momento en que los niveles de azúcar en sangre estén bajos, nos entrará hambre y querremos volver a comer.

Están cargadas de antioxidantes
Las manzanas son especialmente ricas en quercetina, un antioxidante que puede ayudar a reducir la inflamación del organismo. "La inflamación está relacionada con la obesidad porque puede afectar a la resistencia a la insulina, es decir, a la forma en que nuestro cuerpo utiliza la insulina", explica la dietista Lisa Andrews a Eat This Not That! "Cuando tenemos resistencia a la insulina, nuestro cuerpo puede producir más insulina, lo que hace que nuestro cuerpo engorde. La quercetina puede alterar los compuestos proinflamatorios del cuerpo y, por tanto, influir en la resistencia a la insulina".

Son cómodas de consumir y guardar
Con esto nos estamos refiriendo a que comerte una manzana es de las cosas más sencillas que hay y tenerla en un frutero ya ni te contamos. No puede haber pereza ni en los días más ajetreados ya que es cogerla y echarla a la bolsa, no necesita que se pele ni que se corte, solo lavarla con agua (frotando) cuando se vaya a comer. Ten a la vista un frutero con manzanas para que sean visibles y puedas cogerlas sobre la marcha. ¡Lo saludable siempre en la encimera!
