Los probióticos llenan estanterías y forman parte de la rutina de millones de personas. El SIBO —el sobrecrecimiento bacteriano en el intestino delgado— se ha convertido en uno de los diagnósticos más comunes en salud digestiva. Y la conversación sobre microbiota está más activa que nunca. Pero mientras todo eso se consolida, los expertos ya miran un paso más allá: los postbióticos.
Se trata de compuestos bioactivos producidos por bacterias beneficiosas que, a diferencia de los probióticos, no necesitan estar vivos para ejercer su efecto. Más estables, más seguros y con beneficios clínicos cada vez mejor documentados, están llamados a transformar nuestra relación con la alimentación funcional.
Esta nueva mirada fue el eje del lanzamiento del nuevo COVAP Bífidus, una bebida láctea funcional que incorpora 10.000 millones de postbióticos por vaso. Para explicarlo, dos voces expertas: el Dr. Antonio Escribano, catedrático de Nutrición Deportiva, y Mª Luisa Fernández, responsable de I+D+i de Lácteos COVAP.
Lo que empezó como la presentación de un producto terminó convirtiéndose en una clase magistral sobre el intestino, el segundo cerebro, y por qué los postbióticos ya no son el futuro: son el presente.
El Dr. Antonio Escribano, catedrático de Nutrición Deportiva y especialista en endocrinología, fue tajante:
“No hace falta que los postbióticos estén vivos. Lo importante es lo que hacen: equilibran la microbiota, refuerzan la inmunidad, mejoran la absorción de nutrientes y ayudan al metabolismo”.

Y añadió:
“Vivimos 40 años más que antes, pero no necesariamente mejor. Nos han extendido la garantía, pero no cuidamos el motor: la alimentación. Ahí es donde este tipo de productos marcan la diferencia”.
“No pensamos con el intestino, pero si él no está bien, el cerebro no rinde. Es el proveedor del cerebro. El intestino decide más de lo que creemos”, remató.
Mª Luisa Fernández: “Esto es solo el primer paso para llevar la nutrición funcional a la rutina diaria”
Por su parte, Mª Luisa Fernández, responsable de I+D+i de Lácteos COVAP, explicó por qué la empresa ha apostado por los postbióticos:
“La leche sigue siendo la misma, pero tiene un fichaje más. Hemos desarrollado un producto funcional que puede tomarse frío o caliente, con los beneficios añadidos de una cepa postbiótica con respaldo científico”.

La bebida incluye Bifidobacterium lactis BPL1 inactivada térmicamente, una cepa con evidencia clínica en control del peso, salud metabólica e inflamación. Además, está enriquecida con:
- Vitamina B6, que contribuye al metabolismo normal de proteínas y glucógeno.
- Biotina, esencial para el metabolismo de los macronutrientes.
- Zinc, clave en el procesamiento de hidratos de carbono y ácidos grasos.
¿Qué son exactamente los postbióticos?
Según la ISAPP (Asociación Científica Internacional de Probióticos y Prebióticos), los postbióticos son “microorganismos inanimados y/o sus componentes que confieren beneficios para la salud del huésped”.
A diferencia de los probióticos:
- No requieren refrigeración
- No pierden eficacia con el calor
- Tienen un impacto más predecible en el organismo
Estudios respaldados por la EFSA indican que pueden:
- Mejorar la permeabilidad intestinal
- Regular la respuesta inflamatoria
- Estimular la síntesis de serotonina intestinal
- Apoyar el metabolismo de lípidos y glucosa
¿Qué hay del mito de la leche sin lactosa?
Durante el evento también surgió una duda muy común: ¿tomar leche sin lactosa puede generar intolerancia?
El Dr. Escribano respondió con contundencia:
“Si no eres intolerante, no necesitas eliminar la lactosa. El cuerpo puede seguir produciendo lactasa si recibe el estímulo. El problema aparece cuando dejamos de consumirla por completo”.
Un producto único (y premiado)
COVAP Bífidus ha sido reconocido con el Premio Nutrigold 2025 al Producto Más Innovador, otorgado en el XVIII Congreso Internacional de la Sociedad Española de Dietética y Ciencias de la Alimentación (SEDCA).
Fue elegido por votación del público y validado por el Comité Científico del Congreso, valorando su innovación, beneficios clínicos y contribución a una alimentación más saludable.
“Este tipo de productos no están pensados para tomarse de forma puntual. Igual que cuidamos el cuerpo a diario, la microbiota también necesita constancia. Si se inicia su consumo y se mantiene, los beneficios están ahí”.
“Estamos hablando de salud digestiva, pero también de salud inmunológica y salud mental. Muchas de las cosas que ocurren en el organismo no necesitan farmacología: pueden mejorar desde la alimentación”.

¿Para quién es?
Según los expertos, los postbióticos son especialmente útiles para:
- Personas con digestiones lentas, inflamación o disbiosis
- Personas con síndrome metabólico, obesidad o insulinoresistencia
- Mayores, embarazadas o personas con sensibilidad digestiva
- Quienes buscan reforzar la inmunidad y el bienestar mental sin recurrir a suplementos farmacológicos
“Muchos síntomas no son enfermedad. Son avisos. Y muchas veces el origen está en la microbiota”, recordó Escribano.
“Somos lo que comemos… y lo que hemos comido. Si no cuidamos eso, nuestra salud lo notará”, concluyó el Dr. Escribano.