Cómo preparar un carpaccio de tomate, la versión refrescante de la clásica receta italiana

Aprende este plato ligero y lleno de frescura para tus días calurosos
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Originario de Italia, el carpaccio es una creación culinaria que se remonta a mediados del siglo XX, ideada por el famoso restaurante Harry’s Bar de Venecia. 

Inicialmente, se preparaba con finas láminas de carne cruda aliñadas con una salsa especial. Sin embargo, con el tiempo, esta técnica ha sido adaptada a una variedad infinita de ingredientes, dando lugar a nuevas variantes de este típico plato.

Este es el caso del carpaccio de tomate, una refrescante alternativa a la clásica receta de carne, que ha ganado popularidad en los últimos años debido a su simplicidad, frescura y delicioso sabor.

Esta versión vegetariana de este plato italiano destaca la dulzura natural de los tomates, convirtiéndolos en los protagonistas de una original receta.

Carpaccio de tomate - Getty Images

Además, su preparación es sorprendentemente sencilla. Solo se necesitan unos pocos ingredientes, que incluso puede que tengas en casa:

  • Tomates maduros: Son la estrella indiscutible de esta receta. Selecciona tomates de temporada, bien maduros y jugosos, para obtener el máximo sabor en este simple plato.
  • Queso parmesano: Aporta un toque de salinidad y un sabor intenso que complementa a la perfección la dulzura natural de los tomates.
  • Rúcula: Su sabor y textura añaden un contraste refrescante al plato, aportando un toque crujiente a la fina lámina de tomate.
  • Aceite de oliva virgen extra y vinagre balsámico: Estos aliños son los encargados de potenciar y realzar los sabores de los ingredientes, añadiendo un toque de sofisticación.

Para su preparación comienza lavando los tomates y sécalos para cortarlos en rodajas muy finas. Puedes utilizar un cuchillo afilado o una mandolina. 

Posteriormente, colócalos en un plato grande, procurando que las rodajas queden bien distribuidas y ligeramente superpuestas. Rocía los tomates con un buen chorro de aceite y unas gotas de vinagre balsámico. Es importante no excederse con el aliño para no opacar el sabor de los tomates.

Con la ayuda de un rallador, añade finas láminas de queso parmesano, que queden distribuidas por toda la fruta. Este paso aportará una textura cremosa y un sabor especial al plato.

Finalmente decora el carpaccio con hojas frescas de rúcula, distribuyéndolas de manera igualitaria sobre las rodajas de tomate. 

Además del aliño básico, se pueden añadir otros ingredientes para realzar el sabor y la presentación de este plato. Por ejemplo, se suele agregar pesto, queso de cabra desmenuzado, aceitunas negras en rodajas, cebolla cortada en finas tiras o incluso aguacate en láminas delgadas.

Su ligereza lo convierte en un plato perfecto para abrir el apetito al inicio de una comida. A diferencia de los platos más pesados o calientes, el carpaccio de tomate proporciona un inicio refrescanteen la comida sin sobrecargar el estómago, preparando el paladar para los platos principales que van a venir detrás.

Además, en los días que el calor puede reducir el apetito, esta simple versión del carpaccio ofrece una alternativa ligera y nutritiva. 

Al estar compuesto principalmente de tomates frescos, que son naturalmente hidratantes y bajos en calorías, comer este plato ayuda a mantenerse bien hidratado durante esos días calurosos en los que no sabes ni qué quieres comer.

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