Los perros, como fieles compañeros, conocen cada detalle de nuestra vida y, aunque consideramos que son los mejores amigos del hombre, rara vez nos hemos detenido a imaginar cómo nos perciben ellos.
Es importante tener en cuenta que los perros no nos ven como nosotros nos vemos a nosotros mismos. Para los perros, nosotros somos su familia y nos ven como parte de su manada.
Esta visión de nosotros como figuras de autoridad y afecto es lo que hace que los perros desarrollen un fuerte vínculo emocional con sus dueños.
Además, los perros nos perciben a través de otros sentidos como el olfato y el oído, lo que también influye en cómo nos llegan a ver.
La visión de los perros es una de las características más fascinantes de estos animales. Durante mucho tiempo se creyó que los perros solo podían ver en blanco y negro, pero los estudios científicos han demostrado que esto no es del todo cierto.
Según el investigador americano Jay Neitz, los perros sí pueden percibir algunos colores, aunque de manera más limitada que los humanos. No ven de la misma forma que nosotros, pero pueden percibir ciertas tonalidades y diferenciar entre algunos colores.
Su gama es limitada en comparación con la nuestra, pero los colores que principalmente pueden ver son tonos de azules y amarillos, mientras que los colores rojo y verde les resultan más difíciles de distinguir.
Esto se debe a que los perros tienen menos células en la retina responsables de percibir los colores.
Sin embargo, a pesar de esta limitación, son muy hábiles para detectar movimientos y contrastes, lo que les permite ver el mundo de una manera diferente a la nuestra.
Esto significa que tienen una mayor visión periférica, por lo que pueden detectar movimientos que se encuentran fuera de su campo visual directo.
Esto es especialmente útil en la oscuridad, ya que según señala un artículo del American Kennel Club, pueden percibir cualquier amenaza potencial o presa que se mueva en su entorno. Esta capacidad de visión también les permite pasear fácilmente por espacios reducidos u oscuros sin ningún tipo de problema.
Además, su agudo sentido del olfato y su excelente audición les permite comprender su entorno de una manera más completa, percatándose al instante de todo lo que ocurre a su alrededor.
La visión de los perros también difiere en otros aspectos. Los perros poseen la capacidad de discernir las expresiones faciales de los humanos.
Según un estudio realizado por la Universidad de Kyoto en Japón, se concluyó que estos animales tienen la capacidad de detectar las emociones negativas de sus dueños, tales como el enfado o el miedo.
Según expertos en el comportamiento animal, los perros tienden a mostrar un mayor interés y cercanía hacia aquellas personas que emanan energía positiva. Sin embargo, pueden sentirse inquietos o incómodos ante personas que reflejen comportamientos o expresiones de carácter negativo con los demás.
Así, observamos que la visión de los perros es mucho más aguda y sensible que la de los seres humanos, permitiéndoles percibir alguno detalles que nosotros llegamos a pasar por alto.
Esta capacidad muestra su profundo vínculo con las personas, ya que son capaces de captar y reaccionar ante situaciones incluso antes de que nosotros sepamos qué es lo que nos está pasando.
