La regla del minuto, el hábito para mantener el orden en casa que tiene su origen en la cultura japonesa

Así es el hábito del minuto de oro, una regla que aplica a distintos ámbitos de la vida, incluido el del orden y la limpieza en casa.
Cómo lograr un estado zen

Los japoneses y los métodos se llevan de maravilla. Lo vemos muy bien con Marie Kondo, y su método Marie Kondo, seguramente el más famoso en todo el mundo para mantener limpia y ordenada la casa. Pero del Lejano Oriente nos vienen muchas más costumbres y hábitos que aplicar en distintos ámbitos de la vida. Por ejemplo, el método Oosouji, costumbre que los nipones llevan a cabo el 28 de diciembre para empezar limpios física y mentalmente. Y también el hábito del minuto de oro, una regla basada en la cultura empresarial japonesa posterior a la II Guerra Mundial.

La regla del minuto, que luego desgranamos en qué consiste, conecta con el método Kaizen, cuyo origen hay que buscarlo en la cultura empresarial y productiva del Japón de la posguerra mundial que tantas consecuencias tuvo para el país asiático.

Como puedes leer en profundidad en este artículo académico, el método Kaizen es desarrollado por el consultor japonés Masaaki Imai en su libro La clave de la ventaja competitiva japonesa. En él, el autor describe este método que se traduce por “cambio para mejor”, ya que Kai significa “cambio” y Zen es ”para mejor”.

En el citado libro, Massaki explica la filosofía de su método, que actualmente se puede aplicar a muchos más áreas y ámbitos de la vida que el empresarial. “Kaizen significa mejoramiento, más aún significa mejoramiento progresivo que involucra a todos y que supone que nuestra forma de vida, ya sea en el trabajo o en la vida social y familiar, es tan valiosa que merece ser mejorada de manera constante”, señalan los autores del citado artículo al respecto de lo que el autor expone a su vez en su libro. 

Zen

El método está dirigido a las personas y su esfuerzo cotidiano, resaltando “la importancia de los procesos, que deben ser mejorados antes de que se produzcan los resultados finales”. Esto se consigue, entre otros hábitos, a través de la regla de oro, que es el concepto que ha trascendido al mundo del orden y la limpieza.

Así funciona la regla del minuto de oro

Aplicada al orden y la limpieza, la regla de oro exportada del método japonés Kaizen consiste en repetir a diario durante 60 segundos la misma tarea. No con el objetivo de volverte una persona obsesiva con el orden, sino con la idea de conseguir que dicha tarea pase a formar parte de tu rutina diaria o semanal de limpieza y orden en casa. Dicho de otro modo, para conseguir asimilarla primero y, posteriormente, con la práctica, ser más eficaz a la hora de ejecutarla.

Como decíamos antes, el autor del método Kaizen lo describió pensando en un contexto laboral, pero muchos organizadores profesionales lo han adaptado a su universo profesional, a su campo de conocimiento. Y es que este hábito de la regla de oro se ajusta de maravilla a las rutinas del hogar. Sobre todo, a las de orden y limpieza: hacer la cama, fregar los platos al terminar de comer o cenar, recoger la encimera de la cocinera, barrer el suelo tras comer, doblar el pijama y colocarlo debajo de la almohada, recoger la ropa que dejaste estirada la noche anterior, etcétera.

Todos estos hábitos, en conjunto, tienen un gran impacto en el orden y limpieza de una casa. Por eso, es tan interesante su aplicación en el espacio del hogar, y más teniendo en cuenta que sus cinco claves tienen mucho en común con otros métodos que se han demostrado eficaces con el Konmari de Marie Kondo.

Orden

Estas cinco claves consisten, de manera resumida y a grandes rasgos, en clasificar para quedarte con aquello que sea imprescindible solamente; organizar, en función de la frecuencia de uso y de tal forma que te ahorres el máximo tiempo posible en buscar algo; limpiar, de tal forma que solo consista en mantener la rutina porque la aplicas de forma constante; estandarizar, de manera que se convierta en un trabajo rutinario; y asimilar, algo que ocurre cuando el hábito o tarea lo has interiorizado hasta tal punto que te sale solo o que incluso te sientes mal si no puedes hacerlo algún día.

Todo este proceso es posible conseguirlo a través de ese concepto matriz de la regla del minuto de oro. 

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