El gin-tonic perfecto: claves para acertar con la ginebra y la tónica

¿Has caído rendida a la tentación de los gin-tonics? ¿Quieres preparar buenos combinados en casa pero no sabes qué tónica usar con cada ginebra? Te ayudamos.
El gin-tonic perfecto: claves para acertar con la ginebra y la tónica

Preparar un buen gin-tonic tiene su ciencia. Desde que esta mezcla se puso de moda y llegaron las ginebras y las tónicas premium, para saber pedir un gin-tonic hace falta tener un pequeño máster en la materia.

Basta con echar un vistazo a la carta de cócteles de cualquier restaurante de moda para ver que los no iniciados no lo tienen tan fácil a la hora de tomarse una copa. Es bastante posible que si te quedaste en el gin-tonic que se tomaba hace años en vaso de tubo con cualquier ginebra y cualquier tónica, hoy te encuentres más perdida que un pulpo en un garaje al tratar de disfrutar de esta bebida.

Al igual que ocurre con la carta de vinos de algunos restaurantes, la de gin-tonics puede dejarte totalmente abrumada. Y si ya te vienes arriba y quieres tener algunas ginebras en el mueble bar de casa para hacer tus propios gin-tonics, vas a necesitar un poco de ayuda para elegir bien.

La ginebra, ¿qué debo saber?

La ginebra es un destilado no envejecido (de ahí su color transparente) que tiene un origen muy parecido al vodka pero con una particularidad: se aromatiza con bótanicos. Los botánicos son las hierbas con que se macera el alcohol y que le dan un sabor peculiar a esta bebida. Ahí es donde radica la diferencia principal entre unas ginebras y otras.

Todas las ginebras se aromatizan con bayas de enebro a las que luego se suman otros elementos vegetales o botánicos. Generalmente se clasifican en los siguientes grupos (en función de su estilo y los aromas que predominan):

- Cítricas: son ginebras que se han aromatizado con limón, pomelo, lima, naranja…

- Especias: llevan especias como el comino, cardamomo o el coriandro.

- Hierbas: en este grupo están las ginebras que incluyen hierbas aromáticas como albahaca, tomillo, menta o romero.

- Flores y frutas: jazmín, flor de uva verde, violeta o frutos, como frutos rojos, por ejemplo.

Por lo tanto, la principal diferencia entre una ginebra y otra está en su receta. En qué botánicos usa cada productor para darle su carácter particular. Como para elaborar cada ginebra se usan diferentes botánicos de distintos grupos, los expertos suelen clasificarlas en función de los más predominantes.

La tónica es un refresco gaseoso azucarado (agua carbonatada) y aromatizado con quinina, que le aporta un sabor amargo.

Esta bebida no nació como un refresco, sino como bebida medicinal. La quinina mejora la digestión, es antipirético, analgésico y previene la malaria, el problema es que es muy amarga. Al mezclarla con agua carbonatada se suavizaba este fuerte sabor.

Con el tiempo la tónica se puso de moda en Londres para tomar como refresco y, al dedicarse a este fin, la cantidad de quinina (y su amargor) se fue suavizando hasta llegar a la tónica que conocemos hoy en día.

Con el auge de los gin-tonics premium han llegado al mercado multitud de tónicas gourmet para combinar con las distintas ginebras. Además de las clásicas, que destacan por su toque amargo, las opciones más modernas han suavizado ese amargor y tienen algo menos de gas y también hay algunas aromatizadas para dar un toque especial a las diferentes ginebras. Atreverse a combinar sabores es uno de los secretos para preparar los mejores gin-tonics.

A la hora de elegir una tónica para una ginebra hay que fijarse en qué grupo está esta última (cítrica, especiada, herbal o floral) y buscar un sabor que combine bien con su perfil aromático. Es muy importante que la tónica no camufle el sabor de la ginebra, que es la verdadera protagonista de este combinado. Y si tienes dudas hay algo que siempre fuciona: usar una tónica de sabor neutro, que no tenga ningún aroma específico, luego ya en función de tus gustos puedes optar por una de perfil más moderno, que será menos amarga, o una clásica, que tendrá más amargor.

Y en el momento en que estás revisando los estantes del súper para elegir tu ginebra te encuentras con unas cajitas que todo el mundo compra con una serie de especias (generalmente enebro, flor de hibisco, pimienta rosa y cardamomo) y te las llevas a casa. Ahora toca saber cómo usar las diferentes especias con sentido.

La gracia está en añadir uno o dos botánicos en cada gin-tonic. No vale venirse arriba y tener más hierbas que líquido, por muy cool que pueda parecer. La rodaja de lima o de limón o el twist (forma moderna de hacer referencia a un trozo de piel del cítrico en cuestión) también es un básico que funciona con todas las ginebras.

Una vez elegida tu ginebra favorita, te proponemos un cóctel que te va a fascinar: gin gin mule. Atrévete a probar la combinación de ginebra y jengibre y prepárate para alucinar.

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