Tres curiosidades que no sabías sobre el desayuno continental

Seguro que has oído hablar de él muchas veces y es más que probable que lo hayas probado si te has ido de vacaciones y has pasado una noche en un hotel. Pero ¿sabes exactamente qué es un desayuno continental y el por qué de su nombre? El desayuno continental es aquel que por lo general se sirve en hoteles, que se suele ofrecer en forma de buffet (para que cada persona elija lo que prefiera) y que cuenta con leche, café o té, zumo de naranja y tostadas, un poco de fruta, bollería, embutidos, cereales y en ocasiones, queso o yogures.

Es uno de los desayunos más famosos de todo el mundo, aunque quizás no sepas exactamente por qué se llama así, por qué incluye esos alimentos tan concretos o de dónde viene su origen. Tampoco por qué ya es prácticamente imposible encontrar un hotel que no lo ofrezca entre sus servicios… Pues bien, te contamos tres curiosidades que quizás no conocías sobre este desayuno que habrás comido en más de una ocasión. ¡Sigue leyendo!

¿Por qué se llama desayuno ‘continental’?

La respuesta es fácil. El término “desayuno continental” fue adjudicado por los ingleses hace varios siglos, para referirse a la pequeña comida que consumían los habitantes del continente europeo (sobre todo los franceses y los países mediterráneos), fuera de las islas británicas. Allí, era (y sigue siendo) mucho más común otro tipo de desayuno más contundente, con bacon frito, salchichas, morcillas, huevos fritos, alubias guisadas, porridge, tomates…

¿Por qué se sirve en los hoteles?

Aunque parezca que este desayuno surgió en los hoteles Europeos, lo cierto es que comenzó a servirse primero en Estados Unidos a mediados del siglo XX, cuando los hoteles americanos intentan ofrecer un desayuno que se adaptara mucho mejor a las costumbres de la clase media europea, que cada vez empezaba a viajar con más frecuencia al continente americano.

¿Por qué va incluido en el precio de los hoteles?

Realmente el desayuno continental es muy rentable para los hoteles, ya que prácticamente no es necesario cocinar ningún plato para servirlo y es fácil de gestionar con poco personal. Además, ofreciéndolo sin coste añadido se atrae a más turistas, que por lo general, cada vez contratan menos planes de pensión completa y prefieren tener mayor flexibilidad a la hora de las comidas, tomando solo el desayuno en el hotel en el que se hospedan.