En España hay personas que pagan casi cuatro veces más por el agua que otras. Esta es la primera conclusión que se aprecia de los datos publicados por la OCU (Organización de Consumidores y Usuarios) sobre el precio del agua del grifo en los municipios españoles. En el mismo se han incluido todas las capitales de provincia españolas, incluidas Ceuta y Melilla, y algunas poblaciones más como Vigo y Gijón.
“Cada ciudad fija las tarifas a su aire y compararlas no es tarea fácil”, advierte la OCU. Esto es así porque el coste del agua del grifo tiene una parte variable y otra fija. En la variable, “la que tiene que ver con la cantidad de agua gastada, la mayoría de las ciudades aplican un sistema de bloques de consumo: un primer bloque a un precio más bajo y una serie de bloques sucesivos a distintos precios”, indica la OCU.

En este punto, cada ciudad decide cuántos bloques y cuántos metros cúbicos en cada bloque y a qué precio se pagan. “Por ejemplo, en Cáceres se distinguen hasta 8 bloques, mientras hay ciudades con tres o cinco bloques y Pamplona o San Sebastián tienen tarifas lineales”, dice la OCU. “Para mayor lío, a veces se aplican bloques diferentes para el suministro que para el saneamiento, etc.”, añade.
La OCU denuncia en este sentido que el sistema de bloques no tenga en cuenta las personas que viven en cada vivienda y que tampoco penaliza el derroche. “Si se analiza el precio por m3 para diferentes perfiles de consumo anual, es frecuente que el m3 consumido resulte más barato cuando se gasta más, como ocurre en Murcia, San Sebastián o Madrid”, asegura la OCU, que achaca esta realidad a los costes fijos. “Los elevados costes fijos, que penalizan especialmente a hogares que consumen poco, tienen mucho que ver con este efecto”, denuncia.
La ciudad con el agua del grifo más cara
En su análisis de los precios del agua del grifo, la OCU estima una factura anual para un consumo de 175 m3, que es el medio en un hogar de 3 o 4 personas.
Los datos son concluyentes y llamativos porque en la ciudad donde el agua del grifo está más barata, que es Guadalajara, sus vecinos y vecinas pagan 164 euros por el consumo medio anual estimado por la OCU. Es tres veces menos que el precio que pagan los vecinos y vecinas por el mismo consumo de agua en la ciudad de España donde el agua del grifo está más cara, en Barcelona.
Los habitantes de la Ciudad Condal tienen que afrontar un coste anual de 520 euros de media por los 164 euros de Guadalajara. Las consecuencias a nivel económico y social de esta desigualdad son inevitables.

Bien es cierto que en las primeras posiciones de la lista, entre las ciudades con los precios más caros, aparecen muchas situadas en la cuenca mediterránea. Es el caso de Murcia, Alicante, Palma, Huelva, Tarragona o Cádiz. En todas supera la factura media anual los 400 euros.
Esto tiene una explicación según la OCU, pero con matices: “Las dificultades de abastecimiento justifican que las ciudades de la cuenca mediterránea cobren precios más altos por el suministro, pero la elevada factura también tiene que ver con el encarecimiento de los gastos de saneamiento, algo que difícilmente se justifica dado que la labor de una empresa depuradora no debería diferir mucho de un lugar a otro”, asegura la OCU.
El coste del agua en la ciudad de Madrid se encuentra en la parte baja de la lista, ya que sus vecinos y vecinas pagan 253 euros anuales de media.
Subida “ligera” y costes fijos
En las conclusiones de su informe sobre el precio del agua del grifo en las capitales de provincia y principales ciudades españolas, la OCU denuncia el precio “demasiado alto” de los costes fijos, lo cual no beneficia el ahorro de agua.
“Esto ocurre porque los ayuntamientos optan por cubrir una parte considerable de los costes del servicio con la parte fija de la factura. Además, así se penaliza a las viviendas que no se usan todo el año”, apunta la OCU, que denuncia el precio de estos costes fijos en ciudades como Vigo, Tarragona, Ceuta o Barcelona, donde superan los 150 euros al año.
Los más baratos, también destacados por la OCU en sus conclusiones, apenas superan los 20 euros, y están aplicados en Valladolid, Guadalajara, Badajoz o Málaga.
Por otro lado, la OCU registra en su análisis un “ligero incremento” de los precios del 2,2% desde el año 2020. En total, 22 ciudades han subido algún concepto de la factura del agua en los últimos tres años, 10 han bajado sus precios y 22 lo han mantenido.
Llama la atención la subida del precio en Bilbao, donde han subido todos los conceptos menos el alcantarillado, por lo que el precio se ha disparado un 16% en tres años. Un punto menos, un 15%, ha subido en Vigo. “En Barcelona también ha habido un incremento que la lleva a tener, en estos momentos, el agua más cara de todo nuestro estudio”, apunta la OCU.

En el otro lado de la balanza se sitúan las ciudades andaluzas, que son las que registran mayores bajadas en estos tres últimos años. “Las mayores bajadas del precio del agua se registran en ciudades andaluzas al retirarse, de forma temporal por la crisis, el canon del agua gestionado por la comunidad autónoma”, añade la OCU, que también denuncia que existan pocas ayudas sociales para bonificar el gasto anual en agua y la diferencia entre ayuntamientos.
La OCU pone el siguiente ejemplo: “en Barcelona, un hogar con bajos ingresos que disfruta de un 29% de descuento pagará 369 euros por 175 m3, más del doble que en Guadalajara, donde no hay descuento”.
A modo de conclusión y denuncia, la OCU recuerda en este sentido que la ONU estima que “para pagar el consumo imprescindible de agua no se deberían invertir más allá del 3 % de los ingresos del hogar”, por lo que demanda a la Administración Central una tarifa reducida única para los hogares vulnerables.
Así se lee la factura
“Cada ciudad fija las tarifas a su aire y compararlas no es tarea fácil”, advierte la OCU, que recalca en primer lugar lo “difícil que resulta entender las facturas y sacar conclusiones sobre los precios”.
Por ejemplo, la organización denuncia que existan conceptos que no se llaman igual en todas las ciudades en la factura del agua del grifo como suministro, que puede leerse también como abastecimiento, aducción o distribución; saneamiento, que a veces se lee como alcantarillado; y depuración, que también puede leerse como saneamiento.
Estos tres son los conceptos del desglose de la factura del agua del grifo. Se refieren, en el mismo orden, a tratar el agua para que sea potable y distribuirla; el coste de recoger el agua de los desagües; y el tratamiento de las aguas residuales.

En términos porcentuales, la OCU explica que el precio final equivale al 54% del concepto de suministro, un 45% del saneamiento y un 1% por el equipo de medida o contador. “Es frecuente que para cada concepto haya un importe fijo por disponer del servicio y otra parte variable según consumo”, señala la OCU.
También aparece el IVA en las facturas, que salvo excepciones es del 10% (21% para alquiler de contador) y cánones provinciales o autonómicos. “Para sufragar gastos concretos, muchas veces vinculado al saneamiento”, concluye la OCU.