‘La falacia de la llegada’. Así define el científico social experto en liderazgo y felicidad y profesor de la universidad Harvard (Harvard Business School), Arthur C. Brooks, el motivo por el cual los seres humanos no alcanzamos la felicidad en la vida adulta. O dicho de otro modo, el factor que nos hace ser infelices.
Brooks es experto en el estudio y la investigación sobre la felicidad. Tanto que en la universidad de Harvard imparte un curso llamado Gestionar la felicidad (‘Managing Happiness’, en inglés, su nombre original). En el mismo, el especialista se propone dar respuesta a preguntas relacionadas con la felicidad que, de una forma u otra, rondan la cabeza de muchísimas personas cuando llegan a esa etapa vital denominada madurez.
El profesor de Harvard no solo trata de enseñar prácticas duraderas que ayuden a las personas, a su alumnado en este caso, a sentirse más satisfechas y, por ende, más felices. También se ha atrevido en algunas de sus intervenciones públicas a definir cuál es el factor que nos impide alcanzar la felicidad. Lo llama “la falacia de la llegada”.
En qué consiste
Dice Arthur C. Brooks que este factor, “la falacia de la llegada” es todo lo que debemos evitar si deseamos alcanzar la felicidad en la madurez. El profesor de Harvard, que expuso esta teoría durante la Cumbre CNBC Work 2023, tiene claro que este factor, que tiene que ver con las expectativas, nos hace infelices.
Así explica el experto de Harvard por qué es una falacia y el motivo de su denominación: “Mucha gente piensa que una vez que aprenden sus habilidades, una vez se establece en la vida, todo estará bien, pero eso es una falacia que en mi campo llamamos 'La falacia de la llegada'”. Esto es, Brooks se refiere a esa expectativa de los adultos que creen que alcanzar una meta les proporcionará de forma inmediata la felicidad y la plena satisfacción.
Brooks pone algunos ejemplos de estas metas que nos ponemos como objetivos vitales que creemos que son puertas de acceso directo a la felicidad: un ascenso laboral, la estabilizador económica, adquirir una vivienda o encontrar una relación de pareja, y también pueden ser objetivos físicos, como perder peso.
Para el profesor de la universidad de Harvard, el error está en creer que la felicidad es un destino, un objetivo. “En última instancia, el objetivo no es la felicidad porque la felicidad no es un destino; es una dirección. La forma en que somos más felices tiene relación con algunas cosas que suceden fuera de nosotros, pero tiene más que ver con nuestra vida interior”, expuso en la Cumbre CNBC Work 2023.

Por lo tanto, en opinión de Brooks, cuestiones como el desarrollo personal o el progreso personal son inherentes a la naturaleza humana. La felicidad está en el camino, y no en la meta. Algo parecido les ocurre a los deportistas que logran el resultado pero no acaban satisfechos con el cómo, o el estudiante que obtiene una gran calificación en un examen pero es consciente de que no ha estado a la altura durante el proceso.
Invertir en cuatro factores clave
Lo que propone el científico de Harvard es abordar la felicidad priorizando invertir en cuatro cuestiones concretas: la filosofía de vida, la familia, los amigos y nuestra comunidad, y un trabajo significativo.
Cuando habla de invertir en la filosofía de vida, Brooks se refiere a los valores, nuestras convicciones y creencias y cómo las aplicamos, mientras que por trabajo significativo entiende a aquella labor profesional que nos ayude en el desarrollo personal, a nivel humano.
Y en todo caso, Arthur C. Brooks recalca la importancia de evitar esas expectativas que derivan en lo que él denomina “la falacia de la llegada”, el factor que nos impide ser felices de la madurez en adelante.