Cada cultura, tiene su librillo para encontrar la felicidad. Hay hábitos y costumbres en cada uno de los países del planeta que siguen siendo especiales, distintivos, por mucho que la globalización empuje hacia todo lo contrario. Y aunque compartamos objetivo, la felicidad en este caso, el camino varía: no es lo mismo la filosofía japonesa con Marie Kondo como estandarte; del hygge danés, que no está reñido con la soledad; o de la filosofía Kos, el estilo de vida por el aboga su vecina Noruega. Te contamos las claves de esta última vía para encontrar la felicidad.
Escandinavia es una región de Europa compuesta por varios países con culturas que tienen muchos nexos en común. Por eso, el concepto del estilo nórdico y sus costumbres engloba a daneses, finlandeses, suecos y noruegos, incluso a los islandeses también. Sin embargo, como países y culturas distintas que son, hay matices que diferencian su forma de ver y afrontar la vida.
Son eso, pequeños matices, los que diferencian al hygge que lo inunda todo en Dinamarca (hasta las camisetas de souvenir) del kos noruego, el secreto que lleva a este país nórdico a repetir año tras año entre los países más felices del planeta según el Índice Mundial de la Felicidad.
Así es el método Kos
El método kos, no tan conocido como el citado hygge danés, y a la par del lagom sueco, parte de la exaltación de la sencillez, pero con la premisa de poner el foco en uno mismo en un contexto social.

Este último detalle es característico del kos, que incluye todo aquello que nos haga felices como seres individuales pero desde el punto de vista social. Es decir, la socialización es un concepto clave para este estilo de vida noruego: da igual qué se comparta, porque no hay una fórmula mágica, depende de las necesidades y gustos de cada persona, pero debe ser compartido con atención plena. Y en esto tiene mucho que ver también la naturaleza.
Noruega, si algo tiene que no tiene casi ningún otro país en el mundo, es una naturaleza exuberante, que forma parte de su personalidad como país y cultura. Y en el kos, la naturaleza juega un papel clave porque es el contexto idílico para el compartir y el cuidarse sin estridencias, sin ruido, sin consumismo innecesario. Es el entorno ideal, en definitiva, para reequilibrar nuestra vida y encontrar la sensación de bienestar.
En este sentido, una pista muy aclaratoria de lo que significa la filosofía kos es el origen del término, que proviene del vocablo noruego koselig. Este se traduce precisamente por encontrar el bienestar, la felicidad, en plena naturaleza. Pero sin alardes; no hace falta tener que ir a buscar como photocall el fiordo de turno. Se refiere a la naturaleza en su concepto más amplio.
Y es a partir de este punto de partida, de la conexión con la naturaleza y sin perder el foco en las relaciones sociales, en lo humano, del que los noruegos aplican el kos como filosofía de vida para todo lo que hacen en la vida, igual que sus colegas nórdicos con sus respectivas filosofías.