España se encuentra entre los países del mundo que más consumen cerveza per cápita de forma anual. Y no es una casualidad que nuestra cultura y gastronomía esté muy ligada gracias a la forma de socializar que tenemos. Los españoles tapeamos con platos típicos del lugar en el que nos encontramos y los acompañamos con una cerveza fría. Esta popular tradición se extiende por todo el país, ya sea en forma de pintxos, como ocurre en el norte; o con pequeñas raciones, como ocurre en el sur. Lo que no muchos saben es que, según la variedad de cerveza que estés bebiendo, cambiará el sabor de la tapa que estés comiendo. Aunque parezca sencillo, es complicado equilibrar lo sabores de la bebida alcohólica fermentada por excelencia de los españoles. Por ello, un beer sommelier (experto en cervezas) ha encontrado el maridaje perfecto de 5 cervezas. Estas van a la perfección con 5 de los platos más tradicionales de España. Son los que más piden los usuarios de aplicaciones de delivery.
La Asociación de Cerveceros de España y Glovo han creado una guía con la que maridar platos típicos de nuestra tierra con 5 variedades de cerveza. El beer sommelier Vicente Álvarez de Haro, ha creado la guía de maridajes de cervezas y tapas. Además, nos ha dado algunos trucos para conseguir distinguir las variedades de cerveza.
Entendiendo la cerveza a través de un experto
Al principio, las personas que se consideran cerveceras, cuentan la experiencia de que, al principio, a poca gente le gusta el sabor de la cerveza cuando se comienza a consumir. El experto explica que se debe a la principal característica de esta bebida: el amargor. Con el paso del tiempo acabamos acostumbrándonos y encontrando en la cerveza, una bebida que engancha y con la que, además, se socializa.

La forma en la que se tira una cerveza y la composición de esta tampoco es casualidad. Vicente Álvarez de Haro explica que una caña tiene dos partes: el cuerpo y la espuma. "El cuerpo debe estar carbonatado para que se noten las burbujitas que caracterizan esta bebida", explica. Además, recuerda que la espuma, además de ser muy estética, "es la encargada de que la cerveza mantenga el sabor del cuerpo y guarde la carbonatación".
Otro de los elementos clave en los que insistió fue en la importancia de servir la bebida fermentada en un vaso limpio. "Da igual la forma de este, siempre tiene que estar limpio, si no, se oxidarán las burbujitas y matará la espuma", añade. Además, según la comida con la que combinemos la cerveza, resaltará los aromas y características de la bebida y potenciará los sabores del bocado de comida que estemos comiendo.
5 maridajes de cerveza y tapa que funcionan a la perfección, según un beer sommelier

A la hora de combinar las variedades de cervezas con la comida, hay que tener en cuenta la acidez y el amargor de la bebida. Es muy importante saber qué algunos de los platos más típicos españoles pueden saber diferente, según la cerveza con la que los acompañes. Por ello, el experto nos explica por qué estas son las mejores combinaciones que podemos probar cuando vamos al bar.
Si quieres probar cómo combinan a la perfección, el experto ofrece unas pautas clave. "Deberás comer primero un bocado de la tapa, beber un sorbo de la cerveza y unir los dos sabores en el paladar", explica.
Las croquetas van a la perfección con una cerveza Blonde Ale

Según el último Barómetro GastroEspaña, las croquetas, entre otras, son las recetas tradicionales más demandadas a domicilio. Este último año, se han vendido más de 1,2 millones de croquetas en servicios delivery. Y es que este bocado es crujiente por fuera y suave y cremoso por dentro, acentuando así los sabores. Por ello, es una tapa que combina a la perfección con la cerveza de variedad Blonde Ale. Es de alta fermentación, con aromas herbáceos y afrutados y vegetales del lúpulo.
Maridan a la perfección, porque la Blonde Ale es dulce y combina con la cremosidad de la croqueta. Por otro lado, la carbonatación va a jugar en nuestro paladar con el crujiente y frito de la croqueta.
La clásica tortilla de patata es ideal maridarla con una Brown Ale

Si la vas a hacer en casa, están los trucos de Dani García para hacer una tortilla de patatas irresistible. Si la comes fuera, ten en cuenta que la mejor cerveza es la Brown Ale. Se trata de una bebida de alta fermentación y cuerpo medio con sabores a frutos secos, como las avellanas. Además, esta combinación de cerveza y tapa tiene un toque a caramelo y un moderado gusto amargo.
Por lo que, la mejor tapa es la tortilla de patata, un plato meloso, jugoso y suave. Las notas tostadas y caramelizadas de la Brown Ale combinan perfectamente con los huevos y la patata. Así realzan el sabor de los ingredientes. El amargor corta la grasa de los huevos, ofreciendo un equilibrio que potencia los sabores de la cerveza.
El cachopo y la Weissbier, la combinación más sabrosa

Este plato típico asturiano, que se caracteriza por su salado intenso y gusto umami que le da sabrosura al bocado, requiere de una cerveza con notas dulces y especiadas. La cerveza de variedad Weissbier tiene una alta fermentación y carbonatación. Es debido a que es una cerveza blanca de trigo.
Las notas de la cerveza rompen la cremosidad del queso y potencian la textura del rebozado. Se trata de un maridaje típico del centro de Europa. Las notas dulces de la bebida contrastan con la intensidad de la carne y su relleno.
La cerveza Lager Rubia es perfecta para una ensaladilla rusa

Otra combinación muy común de cerveza y tapa muy común en bares y restaurantes es la de la ensaladilla rusa. Destaca por ser melosa, con pequeños trozos de verduras y con homogeneidad. Es también muy fresca y untuosa que además le da a nuestras papilas gustativas contrastes salinos y avinagrados.
Por ello, la Lager Rubia es una cerveza ligera y carbonatada que limpia el paladar de la textura cremosa. Ofrece una armonía fresca que combina la acidez suave de los encurtidos con el delicado sabor de la cerveza.
La combinación más rara: churros y Stout

Este maridaje es menos común encontrarlo entre las barras de los bares españoles. Se trata de la variedad Stout, una cerveza negra, robusta y con aromas inconfundibles a cacao y granos de café. Tiene una alta graduación de alcohol.
Por ello, combinarla con la fritura más dulce de nuestro país es un maridaje más que acertado. Los churros son esa masa crujiente por fuera y tierna por dentro que se acompaña con un chocolate o un café. Este maridaje es un caballo ganador porque los sabores achocolatados de la cerveza contrastan con el dulce del churro. Lo mejor es mojar el churro en la cerveza y sería el equilibrio perfecto de cerveza y tapa.