El fresón, aunque a nivel popular será la fresa por amplia mayoría toda la vida, está en plena temporada. Cuando pase la primavera llegarán las fresas de verano, así que todavía tienes bastantes semanas por delante para disfrutar de este producto maravilloso tanto a nivel gastronómico como nutricional. Te contamos de la mano de la Academia Española de Nutrición y Dietética para qué sirven las fresas.
La fresa, como seguramente sepas, es una planta herbácea de las familias de las rosáceas. Su fruto, que en realidad es falso fruto como los higos (como te contamos aquí), son los receptáculos de las flores, sobre los que se insertan los frutos, unos granos pequeños.
Dice el dietista nutricionista Manuel Moñino Gómez, miembro de la Academia Española de Nutrición y Dietética, que “parece que la fresa comenzó a cultivarse en Francia en el siglo XV, y algo más tarde en España”. Fue en el siglo XIX, según la misma fuente, cuando se crearon numeros híbridos, y en el siglo XX “cuando se produce la explotación de la fresa a gran escala".
A nivel culinario, ya sabes que las fresas van bien en ensaladas, solas, picas y mezcladas con yogur o queso mascarpone, para hacer helados, para hacer mermeladas y confituras… Las opciones son muchas y muy variadas, pero casi todas conocidas por la mayoría de las personas que las consumen. Por eso, en este caso nos centramos en sus ventajas nutricionales, en para qué sirven las fresas desde el punto de vista de la salud.

Beneficios nutricionales de las fresas
A continuación, compartimos una lista de beneficios de las fresas desde el punto de vista de la salud, todos ellos destacados por la Academia Española de Nutrición y Dietética.
Cabe señalar que las propiedades son tanto de las fresas de temporada como de las congeladas, que apenas pierden su valor nutricional pese al proceso de congelación industrial al que son sometidas.
- Bajas en calorías: las fresas son una fruta que solemos tomar en grupo porque es difícil resistirse a comer solo una. No hay mayor problema porque “solo tienen 36 kilocalorías (o ‘calorías’ en el lenguaje coloquial) por cada 100 gramos (4 ó 5 fresas)”, explica Manuel Moñino Gómez, que también es presidente del Comité Científico de la Asociación para la Promoción de Frutas y Hortalizas 5 al día.
- Ricas en vitamina C: el aporte de vitamina C es alto por parte de las frases, tanto que es “muy similar al de la naranja”, indica la academia. En concreto, añaden, “las naranjas aportan unos 52 miligramos de vitamina C por cada 100 gramos, mientras que las fresas van un poco más allá: 54 miligramos por cada 100 gramos”. Las fresas, como las naranjas, superan los 24 miligramos (24 mg/100 gr) que, según el Reglamento Europeo 1924/2006, debe tener un alimento para ser considerado como rico en vitamina C.
- Aporte de otros nutrientes: dentro de los muchos nutrientes que aporta la fibra al cuerpo, destaca la Academia de Española de Nutrición y Dietética el del manganeso y folatos. “El manganeso ayuda al metabolismo energético normal, al mantenimiento de los huesos en condiciones normales o a la protección de las células frente al daño oxidativo”, señala Moñino. Por su parte, los folatos “contribuyen al crecimiento de los tejidos maternos durante el embarazo, a la función psicológica normal o al funcionamiento normal del sistema inmunitario, así como a disminuir el cansancio y la fatiga”, añade el dietista nutricionista.
- Propiedades antiinflamatorias: no hay estudios científicos, según Moñino, que establezcan relaciones entre las fresas y la reducción del riesgo de inflamación, pero el dietista nutricionista afirma que “una dieta rica en frutas y hortalizas se asocia con un menor riesgo de estados inflamatorios, que en muchos casos son la causa de las enfermedades crónicas como la diabetes tipo 2 o las enfermedades cardiovasculares”. Y las fresas son un alimento saludable que puede poner su granito de arena a una dieta apropiada.

- Cardiosaludables: ocurre algo muy similar con la salud cardiovascular y las fresas que con las propiedades antiinflamatorias. No hay una relación directa, pero “varias de las propiedades derivadas de su aporte en nutrientes podrían contribuir a un menor riesgo cardiovascular, como por ejemplo el efecto antioxidante de la vitamina C y del manganeso, o por el papel de la vitamina C en la síntesis de colágeno para el funcionamiento normal de los vasos sanguíneos", dice Manuel Moñino Gómez.
- Menor riesgo de enfermedades crónicas: como el resto de frutos rojos, una propiedad de las fresas es que su consumo "se asocia con un menor riesgo de enfermedades crónicas, en especial, las cardiovasculares”, dice el experto. “Estas cualidades también se derivan del consumo de, al menos 5 raciones entre frutas y hortalizas diarias: 3 de frutas frutas y 2 de hortalizas”, añade. “En esa variedad, muchas veces asociada a la temporalidad, es donde recae el aporte de una amplia variedad de nutrientes y sustancias bioactivas que hacen de las frutas y hortalizas, alimentos saludables", apostilla Moñino.