Un revelador estudio afirma que comer con pantallas hace que ingeramos más ultraprocesados

Según la Universidad Oberta de Catalunya, uno de los principales motivos por el que comemos más estos preparados es debido a “la soledad y los encuentros con amigos”
Ultraprocesados
Ultraprocesados - Derich_Anrey

Comida rápida, snacks, refrescos con azúcar,... Estas son algunas de las comidas que más fáciles consumimos, ya sea por la rapidez en llegar a nuestras casas o por lo fácil que es ponerlo en el carro de la compra cuando estamos en el supermercado. Los ultraprocesados son aquellos alimentos malos para nuestra salud pero seguimos deseando consumir ¿Por qué? Pues bien, un reciente estudio de la Universidad Oberta de Catalunya, liderado por la médica Mónica Rodríguez-Barniol, ha descubierto que seguimos comiendo estos productos, incluso más, por estar más tiempo expuestos ante las pantallas.

Cada vez estamos más rodeados de pantallas en las que vemos contenidos cada vez más impulsivos y estimulantes. Antes, en los hogares no había más que la televisión para verla en familia, hoy en día cada miembro tiene en su mano, varios dispositivos en los que conectarse y ver de forma compulsiva contenido. Y esto afecta de forma indirecta a nuestra salud, por el consumo de marketing y publicidad digital sobre productos que interfieren en una correcta alimentación.  El estudio pone el enfoque principalmente en adolescentes.

Aunque sepamos que se trata de algo insano, lo seguimos ingiriendo en nuestra dieta. - Oksana Bratanova

¿Qué es un ultraprocesado?

Los ultraprocesados no son considerados un alimento como tal, sino un producto comestible altamente procesado y elaborado con ingredientes industriales, que contienen poco o ningún alimento entero o natural, según la Organización Mundial de la Salud

en su mayoría tienen una composición alta de aditivos: conservantes, estabilizantes, emulsionantes, disolventes, aglutinantes, aumentadores de volumen, edulcorantes, resaltadores sensoriales, sabores y colores. 

Algo que la OMS advierte es que la mayoría de estos productos, simulan ser platos caseros con valores nutricionales positivos, pero no nos podemos dejar engañar, ya que en todos ellos hay en su lista de ingredientes un "cóctel" de preservantes y aditivos en su elaboración. De hecho, en muchas ocasiones podemos llegar a dudar de si es o no  porque en su publicidad se ofrece como alimento que imita lo natural o tradicional. 

A pesar de comer sano, las pantallas hacen que queramos comer ultraprocesados. - TITOVA ILONA

¿Cuándo ingerimos más ultraprocesados?

Este estudio destaca que el momento en el que comúnmente comemos ultraprocesados es "durante la hora del desayuno, la merienda y ocasiones especiales", haciendo que productos como cereales y bebidas azucaradas o snacks salados sean la fuente principal de alimentos a estas horas. 

Es en las comidas en concreto donde las responsables de este estudio se dieron cuenta que "al examinar los patrones de alimentación de los adolescentes, a menudo había pantallas presentes a la hora de comer", a pesar de que "las comidas de los días laborables consistían en alimentos frescos, como verduras, carne o pescado y fruta", sentían el deseo de comer un elemento ultraprocesado. 

Los ultraprocesados se disparan en su consumo cuando estamos en soledad en alguna de las comidas del día, aunque aumenta  cuando se trata de comidas improvisadas. Cuando estamos solos, tendemos a entreternos en la comida con pantallas y estas hacen que consumamos publicidad o contenidos relacionados con la mala alimentación "provocando un consumo impulsivo de determinados productos", señalan las expertas. 

Por el lado contrario, también consumimos más ultraprocesados en los fines de semana y durante reuniones sociales, donde los participantes lo relacionaban con "su fácil disponibilidad, conveniencia y palatibilidad".  En este caso, no existe una experiencia negativa, ya que estos antojos se relacionan con recuerdos positivos y compartiendo en el mismo espacio, un sentimiento de hambre que se sacia con ultraprocesados. 

Así es como afecta ingerir ultraprocesados a nuestra mente - Getty Images

¿Qué ocurre en nuestra cabeza si comemos estos productos?

A la hora de comer este producto, “se siente una satisfacción al satisfacer sus antojos, pero también malestar psicológico generado por el consumo compulsivo”. Es aquí donde demostraron que estas conductas son debidas en su mayor parte, por la exposición a las pantallas, ya que “reducía su capacidad para controlar la sensación de saciedad”. 

Algo que incentiva a las personas a consumir más ultraprocesados es que “pasar tiempo solo frente a las pantallas puede contribuir a un aumento de la ingesta de estos”. Por lo que “la exposición a las pantallas en soledad podría provocar un consumo impulsivo de determinados productos que son nocivos para la salud”, argumentan en sus resultados. 

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