La llegada de los 50 años marca un momento significativo en la vida, especialmente en términos de salud y belleza. En esta etapa, es crucial adoptar una dieta que no solo nos mantenga activos y saludables, sino que también refleje nuestra belleza interna y externa.
Según la nutricionista Virginia Catalá, a esta edad hay que adaptarse a un metabolismo potencialmente más lento, también hay que compensar cosas como la tendencia a que se debiliten los huesos, que la función intestinal sea más lenta y que la masa muscular disminuya. "En general, los adultos mayores necesitan asegurarse de consumir muchas frutas y verduras, comer carnes magras si comen carne, pollo o pescado, y evitar las grasas y azúcares saturados", asegura.

La experta también señala la importancia de elaborar una dieta saludable ya que los alimentos trabajan en conjunto. Aquí te compartimos algunos consejos fundamentales sobre los alimentos que deberías incorporar a tu dieta para potenciar una belleza integral después de los 50.
Antioxidantes: los guardianes de la juventud
Los antioxidantes juegan un papel crucial en la lucha contra los radicales libres, responsables del envejecimiento prematuro. "Incluir alimentos ricos en antioxidantes ayuda a mantener la piel radiante y reduce los signos de envejecimiento", explica Catalá. Alimentos como las bayas, los frutos secos, el té verde y las verduras de hoja verde son excelentes fuentes.

Omega-3: elasticidad y brillo
Los ácidos grasos Omega-3 son esenciales para mantener la salud de la piel, promoviendo su elasticidad y brillo natural. "El consumo regular de Omega-3 tiene un efecto antiinflamatorio que beneficia tanto la apariencia de la piel como la salud cardiovascular", señala la nutricionista. Puedes encontrar Omega-3 en el salmón, las semillas de chía y las nueces.

Calcio y Vitamina D: fortaleza desde los huesos
A medida que envejecemos, la densidad ósea puede comenzar a disminuir, haciendo que el calcio y la vitamina D sean más importantes que nunca. "Estos nutrientes no solo son esenciales para los huesos, sino que también juegan un papel en la salud dental y en la prevención de enfermedades crónicas", advierte. Lácteos, tofu, salmón y huevos son buenas opciones para incorporar a tu dieta.
Proteínas: mantenimiento de la masa muscular
La pérdida de masa muscular es común a partir de los 50 años. Incorporar una cantidad adecuada de proteínas en la dieta es fundamental para su mantenimiento. "Las proteínas no solo ayudan a conservar la masa muscular, sino que también contribuyen a una recuperación más rápida y a un mejor metabolismo", explica la nutricionista. Opta por fuentes de proteína como carnes magras, legumbres y queso cottage.