Los expertos en salud y alimentación de la universidad de Harvard advierten en un artículo divulgativo de la importancia de evitar los alimentos que contengan un famoso aditivo, el glutamato monosódico, que tiene que ver con el significado de esas 'E' del etiquetado de los alimentos, y que también se conoce como GMS.
Lindsay Warner, en el artículo ‘Glutamato monosódico (GMS): qué es y por qué deberías considerar evitar los alimentos que lo contienen’, publicado en la Harvard Health Publising, explica que este aditivo asociado a la comida china es “inodoro y cristalino” y se utiliza mucho en la industria de la restauración y alimentaria en productos envasados como potenciador de sabor.
Las verduras, sopas y otros alimentos en conserva, algunos fiambres, salsas como el kétchup y también comidas en restaurantes de baja calidad pueden llevar glutamato monosódico (GMS), que “está elaborado a partir de sodio y ácido L-glutámico, un aminoácido no esencial que se encuentra de forma natural en alimentos ricos en umami, como los tomates, las anchoas, los champiñones y el queso parmesano”, explica la experta de la universidad de Harvard.
No tiene sabor este aditivo pero tiene la capacidad de potenciar aquellos sabores que estén presentes en la receta en cuestión donde se añade.

Fue en 1908 cuando el químico japonés llamado Kikunae Ikeda extrajo glutamato de un caldo de algas rico en umami, consiguiendo así el primer glutamato sintético. En la actualidad se elabora “fermentando almidón, remolacha azucarera, caña de azúcar o melaza hasta obtener un polvo blanco inodoro que se puede espolvorear en la comida como si fuera sal de mesa”, explica Lindsay Warner.
La experta de la universidad de Harvard advierte en su artículo que, si bien se puede comer algo que lleve glutamato monosódico sin problemas para la salud, hay un 1% de la población que es sensible a este aditivo. Estas pocas personas podrían tener síntomas “en las primeras dos horas posteriores al consumo de alimentos con glutamato monosódico” como el dolor de cabeza, enrojecimiento de la piel, sudoración, náuseas, entumecimiento o fatiga.

En cualquier caso, es un grupo de población pequeño, de ahí que no sea el motivo principal por el que la especialista en salud de Harvard desaconseje comer alimentos que lleven glutamato monosódico. La principal razón es porque los alimentos que lo llevan “suelen ser alimentos procesados y precocinados que contienen grandes cantidades de sodio, grasa y otros ingredientes refinados que no son buenos para nosotros”.
En opinión de Lindsay Warner, “ver glutamato monosódico en una lista de ingredientes debería impulsarte a mirar los demás ingredientes incluidos y a considerar la posibilidad de preparar ese alimento en casa o buscar una alternativa más saludable”.
Insiste en ello la especialista de Harvard precisamente porque “se utiliza junto con otros ingredientes menos saludables o altamente procesados”. En definitiva, suele haber una relación directa entre consumir altas cantidades de glutamato monosódico o alimentos que lo contengan con seguir dietas nada saludables.