La felicidad gastronómica es muy importante en nuestras vidas. Y no lo decimos nosotros, lo aseguran expertos en nutrición como Saliha Mahmood-Ahmed. Ya os hablamos de esta profesional cuando os dejamos las cinco recetas que recomienda una gastroenteróloga para favorecer la comunicación del eje intestino-cerebro, pues esta doctora en Gastroenterología acaba de lanzar un libro en el que ofrece una perspectiva única sobre el placer de comer. Foodology: La ciencia de la alimentación sana es el nombre de este volumen en el que Saliha explica cómo los alimentos que ingerimos influyen en cómo nos sentimos basándose en los últimos avances científicos y en sus propias experiencias como médico y cocinera.
Esta experta, que ya ha sido premiada por otros títulos como Khazana, ahora aborda en esta guía foodie para la felicidad y la salud digestiva temas trascendentales como el hambre y la saciedad, asunto que va a ser protagonista en este artículo. Como afirma esta propia experta en el capítulo de su libro que trata este tema, "algunas personas sostienen que cuando hablamos de la relación de una persona con la comida, en realidad estamos hablando de su relación con el hambre, y cuanto más lo pienso más de acuerdo estoy. La forma en que las personas respondemos al hambre y a la saciedad determina no solo nuestra salud física, sino también, en gran medida, nuestra salud mental y nuestro bienestar". Desarrollamos más en profundidad sobre esto a continuación.
¿Por qué tenemos hambre?

En rasgos generales, Saliha Mahmood-Ahmed explica en su nuevo libro que el vientre y el cerebro están conectados que sí a través de tres hormonas: la orexina, un importante estimulante del apetito que cuando se libera aumentan nuestras ansias de comer y qu está ubicado en el hipotálamo, una zona del tamaño de un guisante en el cerebro que controla nuestra sensación de hambre y regula nuestro apetito; y la leptina, que es liberada por las células grasas del cuerpo y envía señales al hipotálamo, impidiendo que sintamos hambre; y la grelina, que estimula el apetito, aumenta la ingesta de alimentos y favorece el almacenamiento de grasa.
Es decir, esta gastroenteróloga explica que "tanto la orexina del hipotálamo como la grelina del estómago dan ganas de comer, por lo que los científicos las agrupan en un grupo llamado hormonas "orexigénicas". Por el contrario, la leptina, junto con otras hormonas intestinales, son las hormonas "anorexígenas", que impiden comer (de ahí viene el término "anorexia"). Podemos imaginarnos la forma en que nuestro cuerpo controla el hambre como un equilibrio: por un lado están las hormonas orexigénicas, que dan ganas de comer, y por otro las hormonas anorexigénicas, que suprimen esa sensación".
Cinco trucos que recomienda la gastroenteróloga para combatir el hambre emocional

Además de no saltarse ninguna comida y comer a tu hora, incluir en la dieta alimentos ricos en fibra y proteínas o evitar los azúcares como consejos generales, Saliha da cinco trucos contra el hambre que se pueden aplicar en la vida cotidiana para ayudarnos en la búsqueda del bienestar digestivo y la felicidad. Son los siguientes:
- Cocinar y comer. Esta experta explica en si intentamos cocinar desde cero podemos reducir a largo plazo la dependencia de los alimentos ultraprocesados, con probables efectos beneficiosos para la salud.
- No todas las calorías son iguales. "La mayoría de las personas que se sienten culpables por un determinado alimento no dejan de comerlo, simplemente lo hacen a escondidas o se sienten mal después de comerlo, o ambas cosas", asegura esta gastroenteróloga. Para ella, es mucho mejor dejar a un lado el sentimiento de culpa y disfruta de la comida "pecaminosa" con moderación.
- No tengas miedo de masticar en la mesa. En este libro se asegura que investigaciones recientes han demostrado que masticar bien los alimentos tiene sus ventajas, como que tienen menos hambre e ingieren menos alimentos. Además, explica que el número óptimo tiene un límite máximo de treinta y dos masticaciones en la actualidad.
- Reuníos para el banquete. Esta experta aboga por comer acompañados de familiares, amigos, compañeros, etc., para reducir así el hambre emocional. Y señala que en estudios que se han llevado a cabo en Estados Unidos y Reino Unido afirman que "la falta de atención que prestamos a la comida mientras dirigimos nuestra atención al televisor puede hacernos comer hasta un 30 % más de lo que deberíamos, y nos priva de lo que puede ser (si tenemos suerte) un tiempo de calidad con la familia".
- Conviértete en el dueño de tu hambre. No existe una mejor dieta para perder peso, más bien una dieta con un enfoque individualizado que tenga en cuenta el estilo de vida y las preferencias alimentarias de cada persona. "No hay alimentos 'malos', solo alimentos que son buenos solamente para 'uno mismo'", afirma esta profesional.
Estos son, en rasgos generales, los trucos que recomienda esta gastroenteróloga para combatir el hambre emocional. Con el objetivo de ayudar a quienes desean comprender mejor cómo los alimentos que ingieren interactúan con su organismo, ella aporta estas "pautas con las que mejorar la capacidad de dominar nuestra propia hambre y no dejar que controle nuestro comportamiento alimentario", concluye diciendo Saliha Mahmood-Ahmed en este capítulo de su libro Foodology, en el que aborda de forma muy extensa y explícita este y otros temas para lograr así una sensación de bienestar digestivo y emocional. Os dejamos a continuación el enlace a este volumen de la editorial Hestia:

Foodology: La ciencia de la alimentación sana
Saliha Mahmood-Ahmed