Ardor, escozor, irritación, enrojecimiento, sequedad, dificultad para tragar... ¿Quién no ha pasado por un dolor de garganta? ¿La razón? Que esta zona está expuesta a los microbios.
En el 80-90% de los casos, el problema está provocado por un virus y, más raramente, por una infección bacteriana. ¿Antibióticos? Descártalos en un primer caso porque algunos remedios de nuestras abuelas están validados por la ciencia. Apunta estos 5 consejos para hacer que ceda el dolor y calmar la inflamación
1. Hidrátate mucho
Bebe líquido en abundancia para calmar la garganta deshidratada y rehacer su mucosa. Desde agua hasta tisanas de tomillo (desinfectante) y salvia (calmante).
Según un estudio publicado en la revista American Journal of Preventive Medicine, realizar gárgaras con agua salada palia el dolor de garganta.
Y es que cuando ésta entra en la garganta, ayuda a neutralizar los ácidos, con lo que restaura el equilibrio del pH natural y así calma la inflamación y las molestias.
¿Cómo prepararla? Mezcla un vaso de agua tibia con 1/4 de cucharadita de sal y remuévelo.
La ingesta de zinc acorta la duración del resfriado y el dolor de garganta (aumenta las defensas), y la vitamina C es antioxidante, con lo que también las estimula.
¿Dosis? Según una investigación de la Universidad de Helsinki (Finlandia), 80 mg de acetato de zinc y 1 g de vitamina C al día mientras dure el dolor.
De acuerdo con las pruebas realizadas por el Common Cold Centre (Centro del Resfriado Común) de la Universidad de Cardiff (Reino Unido), la aspirina puede aliviar el dolor de garganta en dos horas; eso sí, usándola como gárgaras. Disuelve dos comprimidos en un vaso de agua y haz gárgaras por la mañana, por la tarde y por la noche (no tragues el agua).