Llorar viendo una película define tu personalidad

Soltar una o dos lagrimitas denota empatía y fortaleza, tal como indican desde el post de La Mente es Maravillosa, revisado y aprobado por el psicólogo Sergio De Dios González.
Llorar viendo una película define tu personalidad.

Siempre se ha relacionado llorar viendo una película con ser demasiado sensible. Sin embargo, que se le escapen unas cuantas lagrimitas en el cine dice mucho más de alguien de lo que se cree, y no está para nada relacionado con la debilidad emocional.

Así lo asegura la ciencia, según la cual, este tipo de llanto denota una gran empatía y una enorme fortaleza para enfrentarse al día a día. “Hay en el llorar ante una película una capacidad, a veces envidiable, de ‘sacar’ emociones que de otra manera nos cuesta reconocer. No es ni bueno ni malo. En todo caso, lo que resulta malo es reprimir emociones propias”, explica la terapeuta Andrea Valenzuela.

Llorar viendo una película siempre ha estado estereotipado

Existen personas con una sensibilidad notable, quienes tienden a emocionarse con películas o situaciones conmovedoras. Esta expresión emocional ha sido históricamente asociada de manera estereotipada con el género femenino, catalogándola como un rasgo de fragilidad y afectación. 

Llorar viendo una película define tu personalidad. - wavebreakmedia

No obstante, esta percepción dista mucho de la realidad; el acto de llorar es más bien indicativo de fortaleza emocional. No hay motivo de vergüenza al dejarse llevar por el llanto, ya que es una respuesta instintiva ante estímulos que desencadenan lágrimas (y que a veces intentamos ocultar). 

Esto sucede debido a que comúnmente relacionamos el acto de llorar con situaciones adversas, pero ¿no experimentamos también lágrimas de felicidad?

Llorar con una película es sinónimo de empatía

Las películas, las series o cualquier obra comunicativa nos transportan a una realidad ficticia que despierta emociones genuinas en nosotros. Llorar al verlas indica nuestra capacidad para conectar emocionalmente con los personajes involucrados en la trama.

Nos sumergimos en sus vivencias, experimentamos la historia como si fuéramos parte de ella, adoptamos la perspectiva de los personajes y abandonamos momentáneamente nuestras propias circunstancias para adentrarnos en las suyas. Este proceso nos brinda la oportunidad de comprender profundamente la situación que están enfrentando. De ahí que desarrollemos la empatía.

"Así que, llorar no se considera en absoluto una manifestación de fragilidad, sino más bien un indicativo de empatía. Demuestra nuestra capacidad para conectar con los demás, sentir en nuestra propia piel las emociones de quienes nos rodean, y esto nos convierte en individuos emocionalmente resistentes, en lugar de lo opuesto", narran en el post de La Mente es Maravillosa, revisado y aprobado por el psicólogo Sergio De Dios González.

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