El chocolate, las cerezas, las nueces, el plátano o la piña son muchos de los alimentos que hemos escuchado o leído que harán que nos sintamos más felices. Pero, ¿es esto cierto? Expertos de la salud españoles nos explican muy detalladamente cómo afectan los nutrientes de estos alimentos en nuestro cerebro con la serotonina y dopamina para saber si existen realmente las denominadas "dietas de la felicidad".
Las personas buscamos la felicidad como quien busca un tesoro. Y es que en muchas ocasiones, nos aferramos tanto a mejorar nuestro estado de ánimo para ser más felices, que tendemos a buscar a la desesperada trucos e incluso seguir dietas muy estrictas para conseguir un estado de ánimo pleno. Y es que, ninguna dieta por si sola va a prevenir o curar la depresión, aunque lo que sí que es cierto que nuestra alimentación puede influir en nuestro estado de ánimo.
La endocrina Alma Palau, miembro del Consejo General de Dietistas-Nutricionistas afirma que "no existe evidencia sólida que se asocie el consumo de un alimento con un mejor estado de ánimo". Y es que estar positivos hace que se liberen serotonina y dopamina para que nuestras neuronas se comuniquen entre sí.
¿Qué son la serotonina y la dopamina?
La dopamina y la serotonina son dos hormonas que funcionan como neurotransmisores en nuestro cerebro y hacen que las conexiones de información en él sean más eficaces. entre las funciones de estas dos se encargan de controlar movimientos, procesos cognitivos y regulan las emociones y motivaciones. Entre sus labores, ambas participan en los mecanismos que rigen la ansiedad, el miedo, la angustia y la agresividad.
La dopamina es más conocida como una de las hormonas de la felicidad. Y es que un alto contenido de esta en el cerebro nos produce placer y relajación. Algo que es menos común es que es una de las causantes que tengamos dependencia a sustancias como las drogas, el dulce o la comida basura.
La serotonina es otro de los neurotransmisores relacionado con el control de las emociones y nuestro estado de ánimo. No sólo se limita a esto, también regula el apetito causando la saciedad; controla nuestra temperatura corporal y regula nuestro apetito sexual.

Un determinado alimento no va a estimular la producción de estas hormonas
Algo que sí que tenemos que tener claro es que un alimento concreto no va a estimular la producción de la serotonina y la dopamina. Lo que sí afirman algunos estudios es que "hay productos en la composición de los alimentos que tienen precursores -sustancias químicas que sí pueden hacerlo-".
Estos precursores son también muy populares: el precursor de la serotonina es el triptófano y el de la dopamina, la tirosina. Son dos aminoácidos que están en las proteínas y cuando llegan al organismo llegan al cerebro.
Lo que sí que tenemos que tener muy presente es "un patrón de dieta saludable que aporta todos los nutrientes que intervienen en la función psicológica normal, sin olvidar que hay otros factores del ámbito social, genético y de la salud que pueden influir en la salud mental", declara Palau.
Tirosina y triptófano: los elementos importantes para la felicidad
Estas nuevas sustancias que llegan a nuestro cerebro proceden de las proteínas, como la carne, el pescado, las legumbres,... y de nuestro propio cuerpo. Son los realmente importantes porque son los aminoácidos que producen las hormonas.
El triptófano se encuentra en las proteínas. Aunque no nos debemos obsesionar con comer mucho estos alimentos, porque de toda la cantidad que entra, "solo un 3% del triptófano se convierte en serotonina. Sin olvidar que este neurotransmisor está implicado en otros procesos del cuerpo", asegura la endocrina Aura D. Herrera.
La tirosina, por otro lado, es un aminoácido que es producido por nuestro cuerpo de forma natural, aunque también está en la proteína como el pollo, el pavo, el pescado o los lácteos. Sirve de neurotransmisor de la dopamina, convirtiéndose en adrenalina.

3 recomendaciones primordiales para una buena salud mental
Para tener una vida más feliz, hay que tener una buena relación con la comida. Muchos estudios hablan sobre comer una dieta rica en fruta y verdura, hacer ejercicio y una vida sana dotarán a nuestro cuerpo de bienestar emocional -además si comemos alimentos con fitonutrientes que su consumo ofrece beneficios al sistema-. También sugieren tomar prebióticos y probióticos ya que ayudarán a regular las poblaciones de bacterias buenas.
Existe un debate entre profesionales de la salud es la de incorporar una dieta específica a los tratamientos. Aunque otros profesionales aclaran que "poder controlar cómo comemos dota en cierta medida a las personas que sufren problemas mentales de herramientas para cuidarse a diario".
Por último, la endocrina ve la necesidad de"capacitar a las personas para que adopten patrones de alimentación saludable y estilos de vida activos es positivo para el cuerpo y la mente". Recomienda así tres reglas para ser feliz comiendo: "un menú rico en alimentos vegetales frescos y poco procesado; que sea moderado en productos de origen animal; y muy limitado a carnes rojas, procesados y alimentos superfluos como bollería, comida rápida y bebidas muy azucaradas".