¿Tiene cura la arteriopatía periférica?

El Dr. Julio Agredo, especialista en angiología y cirugía vascular del Hospital Vithas Las Palmas, responde a esta cuestión.
Esto es lo que la gente le preguntaría al médico (y no se atreven)

La arteriopatía (ateroesclerosis) es una enfermedad de las arterias que consiste en acumulación de grasa, colesterol y calcio en la pared arterial, formando una placa o ateroma, que se puede romper, ulcerar o calcificar con el paso del tiempo.

Con el paso de los años, las arterias se endurecen y pierden elasticidad, de ahí que la presión arterial aumente. Cabe destacar que la ateroesclerosis aumenta con factores de riesgo como el tabaco, la diabetes, el colesterol elevado, el sedentarismo, la obesidad y el sobrepeso.

La ateroesclerosis afecta, en general, a todas las arterias del cuerpo, pero es especialmente peligrosa cuando afecta a las arterias del corazón (coronarias), del cuello (carótidas), renales o de las piernas.

Hay que tener en cuenta que la enfermedad cardiovascular es la principal causa de muerte. En el caso de los hombres, es el infarto de miocardio (coronarias) y, en las mujeres, destaca el accidente cerebrovascular (carótidas).

El infarto se produce cuando hay una obstrucción al paso de sangre por la arteria y la zona que irriga esa arteria se queda sin aporte sanguíneo produciendo la muerte del tejido.

¿Tiene cura la arteriopatía periférica?

Por eso, a los pacientes que tienen aterosclerosis, se les suele recetar ácido acetilsalicílico y antiagregantes plaquetarios, para evitar la formación de dichos trombos. El diagnóstico de la enfermedad se suele realizar con una ecografía doppler, un angiotac, una angiorresonancia magnética y también con la realización de una arteriografía.

A partir de ahí, dependiendo de cada paciente, el tratamiento para las placas de ateroma que producen estrechamientos importantes se pueden realizar mediante la colocación de stent en las coronarias, las carótidas, las arterias de las piernas o renales (cateterismo), así como mediante intervenciones quirúrgicas (baipás arterial), cuando no sea posible dilatarlas con stent.

Como ya ha sido señalado, la aterosclerosis va aumentando con la edad y, por el momento, no hay cura, de ahí que sea fundamental evitar la formación de las placas de ateroma. Por ese motivo, junto a posibles tratamientos intervencionistas, es vital seguir una serie de recomendaciones.

En primer lugar, es imprescindible reducir el colesterol mediante un control y cuidado de la dieta. En el caso de que no mejore, será necesario aplicar medicación, como las estatinas.

En segundo lugar, es importante dejar el tabaco, ya que se ha observado que, en el caso de las mujeres, durante la menopausia, se aceleran mucho los efectos dañinos de su consumo, produciendo rápidamente daño en las carótidas o en las arterias coronarias y de las piernas.

Por último, es fundamental evitar el sedentarismo y tener un estilo de vida activo. Como curiosidad, las arterias de los brazos suelen tener pocos problemas de aterosclerosis, excepto en diabéticos, que presentan calcificación arterial cuando la diabetes está avanzada o mal controlada.

Recomendamos en