El Sistema de Alerta Rápida para Alimentos y Piensos de la Unión Europea (Rasff) ha lanzado una advertencia por segunda vez en lo que va de mes, esta vez por la presencia de Hepatitis A en fresas provenientes de Marruecos. Este aviso, que califica la situación como "riesgo serio" y "potencialmente grave", ha generado preocupación entre los consumidores y ha desencadenado un debate sobre la transparencia en la información de seguridad alimentaria.

La falta de detalles sobre la ubicación específica, la marca o la plantación de origen de las fresas contaminadas ha suscitado críticas por parte de FACUA-Consumidores en Acción. La organización ha cuestionado la efectividad del actual protocolo de información del Rasff, argumentando que la escasez de datos dificulta que los consumidores puedan identificar y evitar los productos afectados.
Por su parte, las autoridades marroquíes han negado rotundamente las acusaciones de contaminación por Hepatitis A en sus fresas. El Ministerio de Agricultura, Pesca Marítima, Desarrollo Rural, Agua y Bosques de Marruecos ha subrayado que las pruebas de laboratorio realizadas arrojaron resultados negativos para el virus, respaldando la seguridad de sus productos agrícolas.
Sin embargo, la detección de un segundo caso de Hepatitis A ha intensificado las preocupaciones sobre la seguridad alimentaria y la equidad en el comercio agrícola. La asociación agraria La Unió Llauradora i Ramadera ha instado a una revisión de las políticas de importación de la UE, reclamando condiciones equitativas para los productores europeos y extracomunitarios.
"No pedimos un trato preferencial, sino igualdad de condiciones", declara un representante de La Unió. "La UE debe tomar en serio la salud de los consumidores y garantizar la aplicación coherente de las normas, tanto para los productos europeos como para los importados".
La Hepatitis A, una enfermedad viral que afecta al hígado, se propaga principalmente a través de la ingesta de agua o alimentos contaminados. Ante esta situación, la incertidumbre y la necesidad de una mayor transparencia en la información alimentaria se convierten en puntos clave para abordar la seguridad y confianza del consumidor en la cadena alimentaria global.