Cómo hacer un buen rebujito

El rebujito, esa bebida que asociamos inmediatamente con la Feria de Abril de Sevilla, es uno de los protagonistas indiscutibles de esta fiesta. Te contamos cómo preparar un buen rebujito.
C Mo Hacer Un Buen Rebujito

Cuando llega abril, en Sevilla huele a feria, a azahar y a rebujito. Esta popular bebida es un icono de esta fiesta, aunque también es fiel compañera de muchos peregrinos en El Rocío y es muy popular en todo tipo de celebraciones y romerías en Andalucía. Como todas las bebidas, tiene sus devotos y sus detractores, pero su fama es innegable y ha traspasado fronteras. Por eso, y porque se trata de una bebida fácil de hacer y muy refrescante, vamos a contar cómo preparar un buen rebujito.

Una bebida con historia

Esta popular bebida tan nuestra, tan arraigada al acervo popular, tiene su origen en un combinado inglés muy popular durante el siglo XIX que se conocía como Sherry Cobbler y cuyos ingredientes eran agua carbonatada, zumo de limón, jerez, hielo picado y azúcar. Esta bebida fue muy popular entre las clases adineradas y distinguidas de la época. No fue hasta los 90 cuando esta bebida fue impulsada por una marca de manzanilla y fue adaptada, convirtiéndose en lo que hoy conocemos como rebujito.

Sin embargo, han surgido otras teorías acerca del origen de este cóctel, ya que hay otra corriente que apunta a que el rebujito surgió en Granada, concretamente en la caseta de unos farmacéuticos, 'La Rebotica', durante la feria del Corpus Christi en 1985. En teoría, después de un día de cansancio y calor, los farmacéuticos empezaron a rebuscar para tratar de beber algo con lo que refrescarse y combinando las botellas de vino amontillado que encontraron con el refresco, dieron con la combinación mágica.

Cómo preparar el rebujito

Lo primero que debemos saber es que el rebujito tiene cuatro ingredientes básicos: el vino fino o manzanilla, el refresco de gaseosa preferiblemente con sabor a lima (como Sprite o 7 Up), hielo, hierbabuena o unas hojas de menta. Estos son los básicos, después, como para gustos los colores, también hay recetas en las que se incluyen unas rodajas de pomelo, por ejemplo.

Para hacer el rebujito el proceso es muy sencillo y podemos prepararlo directamente en una copa o hacer una jarra y de ahí ir sirviendo. En la copa o jarra mezclamos:

  • Generalmente, una parte de vino por dos de refresco. Como hemos dicho, el vino puede ser fino, manzanilla u otro tipo de vino blanco de similares características, dependiendo de la zona de Andalucía en la que lo tomemos.
  • Es preferible echar el hielo (en abundancia) en la jarra o en la copa antes de añadir el vino. También se puede poner hielo picado cuando se sirve en copas. No debemos escatimar con el hielo, ya que el rebujito se debe tomar bien frío.
  • Cuando tengamos el hielo y el vino, añadimos unas hojitas de hierbabuena y removemos bien. En algunas zonas, en lugar de hierbabuena añaden unas hojitas de menta o combinan ambas.
  • Si lo deseamos, podemos decorar con una rodajita de pomelo o de limón, aunque esto es un uso menos generalizado.

Está fresquito y entra suave… a veces demasiado, por eso, no se debe olvidar que se trata de una bebida alcohólica, por lo que siempre hay que beber con moderación y responsabilidad. Si lo haces con estas premisas y acompañándolo con algo de picar… ¡disfruta del rebujito, de la feria y de toda celebración que se ponga por delante!

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