Los mejores postres con leche: recetas únicas deliciosas

¿Te gusta la leche? Si es así te encantarán estos postres que te proponemos a continuación. Y es que la leche se convierte en uno de sus ingredientes principales.
Los mejores postres con leche: recetas únicas deliciosas

Es costumbre utilizar la leche como alimento básico para el desayuno o la merienda. Y, además, como una opción ideal a media mañana o entre horas, por ejemplo para la elaboración de bebidas inmensamente tradicionales y populares, como por ejemplo es el caso del café.

Pero lo cierto es que la leche también destaca por ser un ingrediente muy interesante en la preparación de otras comidas, motivo por el cual podemos encontrarlo presente en una amplia variedad de recetas, donde aporta suavidad y ligereza a muchas de las preparaciones.

Por ejemplo, es común el uso de la leche en la elaboración de algunas salsas típicas muy conocidas, como es el caso de la bechamel, donde es combinada con mantequilla, harina, nuez moscada y pimienta negra molida.

También es posible usarla para aclarar determinado plato o incluso hacerlo mucho más cremoso. Es lo que ocurre con las sopas o con las cremas, aunque es cierto que, en estos casos, la nata es también una opción excelente.

En los postres encontramos también otra opción deliciosa. Y, precisamente, existen infinidad de ingredientes donde la leche se convierte en uno de los principales ingredientes. ¿Te animas a descubrir algunas de estas recetas de postres con leche? No te las pierdas.

Gelatinas de leche

¿Quieres aprender a preparar unas gelatinas de frutas tan diferentes como deliciosas? Son opciones que harán sonreír a todos, y son geniales para fiestas de verano y celebraciones.

Ingredientes:

  • 16 hojas de gelatina
  • 1,2 l de leche entera
  • 200 g de frambuesas
  • 200 g de moras
  • 200 g de mango
  • 200 g de melocotón en almíbar
  • 200 g de azúcar glas

Elaboración:

En un recipiente con agua fría vertemos cuatro hojas de gelatina y las dejamos reposar durante 5 minutos, hasta conseguir que se ablanden. En una cacerola pequeña vertemos 150 ml de leche entera, y calentamos hasta que empiece a humear. Cuando la gelatina se haya ablandado, exprimimos el agua y añadimos la leche, revolvemos bien hasta que se disuelva. Finalmente, reservamos hasta que la leche se haya enfriado a temperatura ambiente.

En un procesador de alimentos, mezclamos los duraznos con 50 gramos de azúcar glas y 150 ml de leche. Colamos la mezcla en un recipiente a través de un colador fino, y luego añadimos la leche enfriada y la gelatina. Engrasamos ligeramente dos moldes de gelatina, y dividimos la mezcla entre ellos. Reservamos en la nevera y enfriamos durante 1 hora.

Repetimos ahora los pasos anteriores, pero utilizando esta vez las frambuesas. Es muy importante que la mezcla se encuentre a temperatura ambiente antes de verterla sobre la gelatina de durazno. Volvemos a reservar durante 1 hora. Luego, repetimos nuevamente el método usando ahora las moras. Volvemos a enfriar y hacemos lo propio con el mango. Finalmente, enfriamos durante 2 horas, o hasta 24 horas como máximo.

En el momento de servir, sumergimos los moldes en agua tibia, de esta forma conseguiremos que las gelatinas puedan liberarse adecuadamente. Luego, lo colocamos en platos o en soportes para servir.

Polos de fresa - Foto: Istock

Los polos de hielo hechos en casa son muchísimo más saludables y económicos que los que compramos en la tienda. Y son tan cremosos como el helado, pero con una ventaja añadida: poseen menos grasa.

Ingredientes:

  • 400 g de fresas maduras
  • 200 ml de leche semidesnatada
  • 400 g de leche condensada (light)

Elaboración:

Lavamos bien las fresas y las pelamos. Luego las colocamos en un procesador de alimentos hasta que queden bien suaves. En un cuenco grande mezclamos la leche y la leche condensada.

Vertemos luego la mezcla en 12 moldes para polos de hielo, y colocamos las tapas. Congelamos por un mínimo de 4 horas hasta que esté sólido. Finalmente, con la finalidad de retirar los polos de sus moldes, puedes optar por calentar los moldes con las manos o con la ayuda de agua tibia.

Pastel de tres leches - Foto: Istock

El pastel de tres leches es un postre tradicional mexicano, en ocasiones conocido simplemente con el nombre de pastel de leche. Es ideal para una merienda o para combinarlo con una deliciosa taza de café.

Ingredientes:

  • 4 huevos
  • 200 g de azúcar glas
  • 200 g de harina
  • 100 ml de leche entera
  • 200 ml de leche condensada
  • 410 g de leche evaporada
  • 300 ml de nata
  • 2 cucharadas de azúcar glas
  • 1 cucharadita de levadura en polvo
  • 1 cucharadita de extracto de vainilla
  • Una pizca de canela molida

Elaboración:

Comenzamos precalentando el horno a 180 ºC. Engrasamos ligeramente y forramos tanto la base como los lados de un molde de pastel cuadrado de 20 centímetros.

Colocamos las claras de huevo en un cuenco grande con una pizca de sal. Batimos con la ayuda de un batidor eléctrico, hasta que las claras estén espumosas (durante aproximadamente 3 minutos). Continuamos mezclando mientras añadimos 150 gramos de azúcar, una cucharada cada vez, hasta que la mezcla esté espesa y se vea brillante.

En otro cuenco grande, mezclamos las yemas de huevo, el azúcar restante y el extracto de vainilla, procesando durante 2 minutos. Añadimos la harina, la levadura en polvo y la leche a las yemas de huevo, y usamos una espátula para doblarlo todo.

Añadimos una cucharada grande de clara de huevo a la mezcla, batimos, luego doblamos suavemente las claras de huevo restantes con una cuchara grande, así hasta obtener una masa homogénea.

Vertemos en el molde, alisamos la parte superior, introducimos en el horno y horneamos durante 40 a 45 minutos, hasta que al introducir un pincho en el centro salga limpio. En un cuenco mezclamos la leche condensada con la leche evaporada y 3 cucharadas de nata.

Dejamos que el pastel se enfríe en el molde durante 3 minutos. Hacemos agujeros en la superficie con la ayuda de una brocheta y vertemos la mitad de la mezcla anterior de leche. Una vez pasados 5 minutos, la mayor parte del líquido debería haber empapado el pastel. Dejamos reposar otros 5 minutos, transferimos a un plato grande y vertemos un poco más de leche hasta que empiece a gotear un poco. Finalmente, dejamos enfriar hasta el momento de servir. Justo en ese instante batimos un poco de nata y la servimos por encima.

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