Los tomates en la cocina son tan inmensamente versátiles que podemos consumirlos crudos o cocidos, tanto para refrescarnos en verano (por ejemplo, en una deliciosa y suculenta ensalada de hortalizas frescas), o para calentarnos en invierno (en una exquisita sopa caliente). Pero es cierto que, optando por una versión, o por la otra, son unos alimentos tan nutritivos como saludables.
Si nos fijamos en el aporte nutritivo de estas maravillosas hortalizas, nos percatamos de que son muy ricos en vitamina A, C, B6, K, ácido fólico y potasio. Pero eso no lo es todo. También contienen vitamina B1, vitamina B3, magnesio, cobre y fósforo.
Además, destacan por ser fuentes de dos poderosos antioxidantes, que son los que proporcionan su característico color rojo (efectivamente, cuando más colorida sea una fruta o una verdura, significará que su contenido en antioxidantes es más elevado).
En primer lugar, podemos mencionar el betacaroteno, que ayuda a proteger la piel de la acción negativa de los radicales libres, reduciendo el estrés oxidativo. Y, en segundo lugar, posiblemente nos encontremos con el más popular y, también, mejor conocido: el licopeno.
Se trata de un antioxidante con una característica muy interesante. Si bien es cierto que, cuando cocinamos los tomates, la mayoría de sus propiedades nutricionales disminuyen, en el caso de los tomates cocidos su aporte en licopeno aumenta.
Eso sí, los tomates crudos continúan siendo una fuente excelente de licopeno. Y aunque cocinarlos aumenta su contenido en este antioxidante, aún obtendremos suficiente cantidad de un tomate crudo como para que valga la pena consumirlo entero.
Es más, si lo que deseamos es ayudar a nuestro cuerpo a aumentar su ingesta de antioxidantes, no hay nada mejor con añadir un poco de aceite de oliva virgen extra. El consumo de tomates frescos con una fuente de grasa saludable, como es el caso del aceite de oliva, se convierte en una excelente forma de aumentar la absorción de licopeno.
Receta de tomates cherry rellenos con bacon

Ingredientes:
- 1 kg de tomates cherry
- ½ taza de queso parmesano rallado
- ¾ taza de mayonesa
- ⅛ cucharadita de ajo y perejil en polvo
- 2 cucharadas de hojas frescas de albahaca picadas
- 1 paquete de bacon en rodajas finas
Elaboración:
Comenzamos cocinando el bacon en una sartén. Luego, cuando se encuentre bien crujiente, lo desmenuzamos bien, y reservamos.
En un cuenco combinamos la mayonesa, el queso parmesano, el ajo y perejil en polvo, las hojas de albahaca tras haberlas lavado y picado bien y el bacon desmenuzado. Mezclamos bien. Reservamos.
Lavamos muy bien los tomates cherry. Luego, cortamos la parte superior de cada tomate cherry y, con la ayuda de una cuchara de melones (o un cuchillo afilado), retiramos con cuidado tanto las semillas como la pulpa. Colocamos ahora cada tomate cherry boca abajo sobre una servilleta de papel.
Una vez escurridos, rellenamos con cuidado cada tomate cherry con la mezcla de bacon, con la ayuda de una cuchara pequeña. Luego, cubrimos todos los tomates rellenos y reservamos en la nevera durante al menos 3 horas.
Ingredientes:
- 2 rebanadas de pan integral
- 1 tomate mediano
- ¼ de aguacate
- 1 pizca de pimienta negra molida
- 1 pizca de sal
- Orégano molido al gusto
Elaboración:
Comenzamos tostando las dos rebanadas de pan en la tostadora, hasta que se hayan tostado ligeramente. Mientras tanto, lavamos bien los tomates, retiramos la parte superior y los cortamos en rodajas no muy gruesas.
Retiramos las tostadas de la tostadora y cubrimos una rebanada de pan con el tomate fresco. Luego, espolvoreamos con una pizca de sal, pimienta negra molida y orégano.
Colocamos las rodajas de tomate en la segunda tosta, y usamos un cuchillo para esparcir con suavidad el aguacate sobre el pan. Luego, colocamos esta rebanada de pan tostado con el aguacate hacia abajo, sobre la tosta de tomate.
Cortamos el sándwich por la mitad, y lo servimos inmediatamente.

Ingredientes:
- 4 pepinos pequeños
- 3 tomates ciruela cortados en gajos
- ½ cebolla morada pequeña
- 1 diente de ajo picado finamente
- 1 taza de hojas de albahaca
- 2 cucharaditas de vinagre balsámico
- 1 cucharada de aceite de oliva virgen extra
Elaboración:
Lavamos bien los tomates, retiramos la parte superior y los cortamos en gajos. Pelamos la cebolla y cortamos la mitad en rodajas muy finas. Lavamos los pepinos y los cortamos en rodajas. Pelamos el diente de ajo y lo picamos muy finamente. Lavamos bien las hojas de albahaca y las picamos.
En un cuenco grande mezclamos con suavidad todos los ingredientes. Se recomienda servir inmediatamente.