¿Por qué soy tan celosa?
Los celos pueden llegar a producir insomnio, dolor de cabeza o estrés. Sigue nuestros consejos para aprender a controlarlos y reemplazarlos por otros sentimientos.
Los celos pueden llegar a producir insomnio, dolor de cabeza o estrés. Sigue nuestros consejos para aprender a controlarlos y reemplazarlos por otros sentimientos.
La celopatía, enfermedad de los celos, tiene su origen en la personalidad de quien los padece.
Suele ser una persona débil, dependiente, insegura y sin autoestima.
La pasión de los celos es una pesadilla malsana para el que la sufre (víctima) y para el que la vive (protagonista).
La forma de reaccionar en el caso de celos es distinta en hombres y mujeres. Ellos se enfadan (actitudes agresivas) y ellas se deprimen. En las mujeres, se suelen manifestar mediante un comportamiento histérico y depresivo, mientras que los hombres reaccionan a través de síntomas paranoicos y obsesivos.
1 - ¿Por qué se producen?
Cuando los celos son continuos, se perciben como sofocantes y controladores.
Los principales motivos son:
Falta de confianza en uno mismo
Es un factor que influye de forma decisiva. La inseguridad puede provocar dudas sobre las muestras de afecto y sentimientos de los demás. Hay personas que, a pesar de tener éxito, poseen un bajo nivel de autoestima y no creen merecer ser amadas. La carencia de autoconfianza genera incertidumbre en la relación, lo que provoca un estado alerta a cada incidente real o imaginario que pruebe que el amor no es verdadero.
Miedo al cambio o a perder al otro
Las conductas posesivas hacen su aparición como un intento de conservar la relación. Cuando las necesidades de uno de los miembros de la pareja cambian, la otra persona puede sentirse amenazada y aferrarse al otro, temeroso de que el cambio pueda llevar a la ruptura.
Dependencia
En las relaciones de pareja plenamente satisfactorias, cada miembro se siente una persona independiente de la otra, con distintos gustos, amigos y aspiraciones. Esto fortalece una unión que, de otra forma, podría llegar a agobiar. Si la seguridad en uno mismo se basa en la pareja, se corre el peligro de convertirse en alguien dependiente que no hace nada sin contar con el otro.
Temor a quedarse solo
Este miedo suele deberse a antecedentes familiares de divorcio, separación o fallecimiento de la pareja, y puede fomentar la creencia de que las relaciones son frágiles y dolorosas. Así, la persona trata de protegerse haciendo uso de los celos.
Éstos pueden ocasionar graves problemas en la salud física, mental y social, y crear situaciones peligrosas con las que, además, nuestra seguridad, libertad y vida estén en peligro. Algunas personas han llegado a situaciones límites, como un hombre que dude de su paternidad o una mujer que abandona su hogar ante una evidencia subjetiva de infidelidad. En ambos casos se desarrollan adicciones y se realizan escenas delante de los supuestos rivales.
Físicamente: estrés, problemas digestivos, de insomnio, malestar general, dolores de cabeza y hasta cardíacos.
Mentalmente: pueden afectar tanto que muchas personas han llegado a la obsesión, la violencia, los asesinatos y el suicidio.
Socialmente: generan situaciones de desgaste que dañan la relación. Los celosos son personas que sufren de privación de afecto, que se creen tratados injustamente y tienen sensaciones desgarradoras cuando aparece un contrincante, que según ellos recibe más atención.
- Deja que el amor crezca entre los dos sin presiones ni temores.
- Comprende que la libertad es un derecho de todos, para ir, opinar, amar y tomar decisiones que sean respetadas aunque te duelan y tengas que renunciar a quien no te ama de verdad.
- Prepárate para enfrentarte a cambios en la vida y a pérdidas, aunque tengan que ver con la persona amada.
- Habla con tu pareja de tus dudas y temores; más vale un mal rato con respeto, que una situación que lleve al desarrollo de sentimientos negativos permanentes.
Si los celos vienen acompañados de comportamientos violentos o de posesión, es conveniente acudir al psicoterapeuta para que enseñe a controlarlos. Los celos suelen crecer si se siguen alimentando, y pueden traer problemas si no se aprende a tener un control emocional que permita reemplazarlos por otros sentimientos más convenientes.