Una persona ectomorfa es aquella que presenta de forma natural una mayor sensibilidad a la insulina para procesar los carbohidratos. Esto conlleva que su imagen física sea habitualmente la delgadez, ya que por mucho que coman y se ejerciten para ganar músculo, su constitución es así.
A las personas ectomorfas les ocurre todo lo contrario que a las mesomorfas, que tienen predisposición a ganar músculo con facilidad, y a los endomorfos, que son aquellos que acumulan grasa que luego eliminan con mayor dificultad.
La sensación de delgadez se acrecienta porque en las personas ectomorfas los huesos también suelen ser más estrechos que los de la media, y además tienen las extremidades bastante largas. Este físico les acompaña, en líneas generales, durante toda su vida porque la genética manda. En cualquier caso, lo que sí es habitual, sobre todo en los hombres, es que con el paso del tiempo, cuando dejan la actividad física y no cuidan tanto su alimentación, asome la barriga propia de la vida sedentaria. Lo curioso es que, incluso en estos casos seguirán pareciendo personas más bien estilizadas.
Cómo debe ser su alimentación
Para que una persona ectomorfa gane peso y pueda transformarlo en músculo, solo existe un camino: aumentar el consumo calórico en la dieta y apostar por las proteínas de calidad. El pollo, el atún o el huevo son tres de los alimentos principales en un dieta apta para ectomorfos que desean ganar más peso.
Las nueces en particular y los frutos secos en general, el aguacate, el marisco, el pavo y el pescado blanco, entre otros, son también fuentes muy nutritivas y saludables recomendables para una dieta compatible con las características físicas de una persona con una constitución de tipo ectomorfo.
Dado que su metabolismo es muy acelerado, las grasas no se acumularán con facilidad. También es compatible con este plan de alimentación cualquier grasa saludable, como la procedente del aceite de oliva virgen extra, por ejemplo, y hasta los hidratos de carbono.
En lo que respecta a las proteínas, la proporción ideal en esta dieta según los expertos es de dos a tres gramos por cada kilo de peso. Y para que sea efectivo el plan, es fundamental comer cada poco tiempo, no dejando pasar más de tres horas desde la última ingesta de alimentos.
A estos detalles relacionados con la alimentación hay que sumar la importancia que tiene el ejercicio físico en la dieta para personas ectomorfas que desean ganar volumen corporal. Este debe constar de un trabajo muscular intenso durante 60 minutos al menos tres días a la semana, y es básico que en las rutinas de trabajo se incluyan ejercicios que estimulen la hormona del crecimiento. Estas son las claves para que las personas ectomorfas puedan paliar su problema y ganar mayor masa muscular.
De todas formas, es importante dejar claro que no todas las personas con este tipo de silueta van a tener mayor sensibilidad a los carbohidratos. Si tienes dudas al respecto, lo mejor es consultar con un profesional sanitario para que pueda solicitar una analítica y evaluar el caso de forma particular.