Los flavonoides son unos fitoquímicos que se encuentran en muchas de las frutas y verduras que consumimos diariamente. No solo son los responsables del intenso pigmento de estos alimentos, sino que además poseen un montón de beneficiosas propiedades para la salud, por ejemplo, su gran poder antioxidante.
Según un reciente estudio realizado por la Universidad Edith Cowan, en Australia, los flavonoides poseen propiedades antioxidantes, antiinflamatorias, antibacterianas y anticancerígenas. Aunque no se sabe exactamente cómo operan en el organismo, sí se ha demostrado que el consumo de alimentos ricos en estos compuestos ayuda a minimizar los riesgos de sufrir algunas dolencias cardiovasculares, neurodegenerativas y otras enfermedades como el cáncer. Son efectivos a la hora de reducir el colesterol y triglicéridos, proteger el hígado (eliminan ciertas dolencias relacionadas con este órgano, como los vómitos) y mejorar la resistencia de los capilares y evitar que se rompan, entre otros beneficios destacables.
Para poder beneficiarnos de todas sus propiedades, debemos aportar al organismo al menos 500 gramos de flavonoides al día, algo relativamente fácil de conseguir, pues están presentes en infinidad de alimentos. Los beneficios de los flavonoides se deben, sobre todo, a la presencia de antioxidantes en estas sustancias. Estos compuestos químicos son capaces de neutralizar los radicales libres, que son los principales responsables del daño celular. Están detrás del aumento de riesgo de cáncer y del envejecimiento celular. Los antioxidantes tienen la capacidad de neutralizarlos o, al menos, reducir notablemente sus efectos dañinos en el organismo. De hecho, según un reciente estudio, las personas que consumen una cantidad moderada de flavonoides son menos propensos a sufrir cardiopatías o derrames cerebrales.
Aunque es posible que no los conozcas, seguro que sí te has visto beneficiada por su ingesta. ¿Sabías que existen hasta 6.000 variedades distintas de flavonoides? Los más comunes son los flavonoles, flavanoles, flavanonas, flavonas y antocianidinas, entre otros. El ser humano no tiene la capacidad de sintetizar los flavonoides, así que tiene que obtenerlos de la dieta. Aquí tienes una guía para saber dónde encontrarlos. Están presentes, sobre todo, en los alimentos vegetales, aunque también es posible encontrarlos en el chocolate, el vino o el té. Fíchalos todos y añádelos a tu dieta para mejorar tu salud.
- Brócoli, coles de Bruselas, puerros y cebollas. Poseen propiedades muy diversas, entre las que destacan las antiinflamatorias, antihistamínicas y antioxidantes, entre otras.
- Manzanas, uvas, cacao y té verde. Los flavanoles (un subgrupo de los flavonoides) presentes en estos alimentos son muy beneficiosos para la salud cardiovascular y neurológica.
- Cítricos (naranjas, limones o mandarinas). Son ricos en flavanonas, muy relacionadas con la salud del sistema cardiovascular, además de poseer propiedades antioxidantes y antiinflamatorias.
- Frutos rojos como frambuesas, ciruelas, uvas, fresas, arándanos o zarzamoras. Este grupo de alimentos es rico en antocianidinas, un subgrupo de flavonoides cuya ingesta se relaciona con la protección para el corazón. También ayudan a controlar la obesidad y la diabetes.
- Apio y perejil. Su contenido en flavonas les otorga propiedades antioxidantes. Además, retrasan el metabolismo de los fármacos.