Dieta detox, paleo, vegana, ayuno intermitente... En la actualidad, existen muchos planes nutricionales orientados a perder kilos que difieren de la recomendada dieta mediterránea. Algunos son más efectivos que otros y, lo más importante, algunos son más saludables que otros (que no lo son nada).
En realidad, lo esencial es librarse de los hábitos poco recomendables y elaborar menús equilibrados que cubran las necesidades del organismo para mantenerse saludable. Un régimen demasiado restrictivo puede generar ansiedad y estrés, lo que hace más probable que la persona acabe abandonándolo poco después de empezar.
Y también está el temido efecto yoyó, que se produce cuando se abandona la dieta de adelgazamiento y se regresa a los comportamientos alimenticios nocivos. No solo se vuelven a ganar los kilos perdidos, sino que se suman algunos más. La doctora María José Crispín, médico nutricionista de la Clínica Menorca, ha hecho un estudio de los diferentes tipos de dietas que se presentan como claves para perder peso y, en esta ocasión, presentamos los datos que ofrece sobre la famosa dieta cetogénica.
Se encuentra en el grupo de las más saludables, pero, para empezar, hay que dejar claro y remarcar que “hay que hacerla con cabeza, por un período de tiempo concreto y bajo supervisión médica”, dice la profesional.
Tratamientos concretos
Más allá del objetivo de perder peso con esta dieta, en ocasiones, también se utiliza para tratar algunas enfermedades, como las siguientes:
- Epilepsia refractaria
- Tumores cerebrales
- Autismo
- Alzhéimer
También se recomienda a personas que quieran obtener mejores resultados deportivos. Pero, en cualquiera de los casos (pérdida de peso, tratamiento de patología, deporte), la dieta tiene que estar pautada por un profesional para cada persona en concreto. Nunca debe seguirse sin supervisión.
La dieta cetogénica consiste en generar en el organismo una situación de cetosis. ¿Y qué es esto? Pues que el organismo se ve obligado a tomar las grasas del cuerpo como fuente de energía. La dietista nutricionista Sara Miguel explica que esto se consigue a través de un ayuno prolongado o por una baja ingesta de hidratos de carbono y elevado consumo de proteínas y grasas.
Según María José Crispín, bien indicada y bajo supervisión médica, es el mejor tratamiento de la obesidad. Consigue una rápida bajada de peso y sin pasar hambre, así como una disminución mayor de porcentaje de grasa corporal que cualquier otra dieta.
Porque se obtienen resultados rápidos y efectivos. Pero, a cambio, hay que aceptar una disciplina estricta y, después, aprender un nuevo estilo de vida para el mantenimiento de resultados.
La constancia: o se hace o no se hace. Si se sigue a medias, no se consigue la cetosis.
- Hacerla bajo supervisión de un profesional de la salud. Si no, puede resultar peligrosa o poco efectiva.
- Acompañarla de la práctica de ejercicio físico moderado y abandonar la vida sedentaria.
- Cambiar de hábitos de vida para que merezca la pena el esfuerzo.
Ya hemos comentado que solo se puede seguir bajo supervisión médica. Además, los perfiles que se indican a continuación deben descartarla:
- Personas que toman ciertos fármacos, como corticoides o insulina.
- Personas con enfermedades como diabetes tipo 1, insuficiencia hepática, renal o cardíaca
- Personas con graves trastornos de la conducta alimentaria como la anorexia

Menú para la fase 1:
- Productos especiales: las comidas de la primera fase están compuestas por productos preparados para este tipo de dieta, en la que se refuerza la proteína. Deben estar pautados por un profesional.
- Verduras permitidas: estos productos se combinan con verduras que sí entran dentro del planning de la dieta keto, como son: acelga, coliflor, apio, escarola, apionabo, espinaca, brócoli, hinojo, lechuga, calabacín y pepino.
Menú tras la fase de cetosis:
- Desayuno: huevos revueltos
- Comida: filete de pollo a la plancha con espinacas a la plancha aliñadas con ajo en polvo
- Cena: ensalada de canónigos, rúcula y pepinillos con una lata de atún al natural
Nuestra experta en nutrición Sara Gonzalez, nos recuerda que lo más importante es generar buenos hábitos, si no queremos encontrarnos con el efecto rebote.