Aunque en la teoría podamos creer que las dietas milagro o exprés tengan buenos resultados, puedes encontrar hasta cinco lecciones que aprender de las dietas extremas y sus inconvenientes a la hora de llevarlas a cabo. Los factores culturales, la rápida difusión de información sin verificar o tener interiorizado mitos de la alimentación que se han transmitido sin evidencia alguna, puede que trastoquen nuestra salud a causa de malas prácticas que se camuflan como trucos para adelgazar más rápido o para perder más kilos en menos tiempo. Aunque las creencias populares más comunes para perder peso sean las que más se practican, los expertos en nutrición, entre ellos, Aitor González, vienen a desmentir muchas de las teorías que creíamos que eran efectivas. Nada más lejos de la realidad, entre los 16 mitos que traen estos nutricionistas, no son reales y, en ocasiones, pueden hacernos un mal mayor.
Fuera grasa, los alimentos 0 % evitan el sobrepeso... Son muchas creencias erróneas sobre perder peso que, a continuación, las desmontan nutricionistas, con razones de peso. Aquí te ofrecemos hasta 16 mitos que se han dicho para adelgazar durante toda la vida.
16 falsos mitos sobre adelgazar, según los nutricionistas
A continuación, en el listado te podrás encontrar con algunas frases que llevas escuchando mucho tiempo acerca de la nutrición y las dietas. Tranquilo, porque venimos a desmentirlas de la mano de profesionales para que consigas tener un hábito alimenticio equilibrado.
Tomar agua en las comidas afecta a la línea

Se puede beber antes, durante y después de la comida. “Aporta 0 calorías”, explica Álex Pérez Caballero, dietista de Ergodinámica (ergodinamica.com). Además, según señala Aitor Sánchez, nutricionista y creador del blog Midieta cojea.com y autor del libro del mismo nombre (abajo a la derecha). “Tomar agua hará que comas menos, ayuda a la distensión gástrica”, comentan los expertos.
Soy gorda porque mi madre lo es
Aunque puede haber una predisposición genética, lo cierto es que condiciona mucho más cómo se come en casa que los antecedentes familiares. “Hay que predicar con el ejemplo”, aclaran los expertos en nutrición. Los niños tienen una conducta imitativa e interiorizan la selección, los rechazos, las preferencias alimentarias de los padres o de sus cuidadores. Por lo que podemos confirmar que uno de los mitos que impiden adelgazar es la genética.
Los hidratos engordan por la noche
Son demonizados como los grandes enemigos de la delgadez, pero es una suposición errónea. “En realidad depende de la cantidad de glucógeno (el almacén que tenemos para guardar los hidratos en el músculo e hígado)”, aclara Sánchez. Es decir, si has tenido una jornada movida o has hecho ejercicio, los niveles estarán bajos y tendrás margen para incorporar hidratos de calidad en la cena (verduras, cereales integrales, tubérculos y frutas, en detrimento de harinas refinadas, dulces, bollería…). En caso contrario, y si no ha habido mucha exigencia durante el día, no los tomes, hay más riesgo de pasarse y caer en el exceso.
Adelgazan más los alimentos crudos
“Una dieta crudívora no ayuda a soltar kilos de más”, indica Pérez Caballero, un nutricionista. Puede haber una cierta ventaja en el aporte de fitonutrientes. “La fibra está entera en los vegetales, la proteína de carnes y pescados permanece intacta…, pero se digieren peor y además mediante una ligera cocción se desactivan antinutrientes y sustancias tóxicas”.
Las ensaladas son básicas para perder peso

No son fundamentales, pero sí son una buena herramienta. Entre los mitos para adelgazar, hay una falsa creencia que asegura que las ensaladas son un básico para perder peso. “Aunque lo que asegura una bajada de peso es moderar las raciones, hacer ejercicio físico y tener una relación saludable con la comida”, aclara Manuela Verdejo, de Dalystetic.
Lo 'light' ayuda con la báscula
No siempre es una elección afortunada. Hay datos que indican que las personas que toman lácteos bajos en grasa acaban consumiendo más calorías al día. ¿Por qué? “Porque la gente subestima el contenido energético de estos productos, que además resultan menos saciantes”, aclara el experto Aitor Sánchez.
No hay que tomar juntos proteínas e hidratos
Es uno de los fundamentos de la dieta disociada, pero es contraproducente. Primero porque es un menú inviable. Según Sánchez, son raros los alimentos que tienen proteínas e hidratos por separado, y segundo porque la mezcla de estos macronutrientes con grasas produce una absorción paulatina con menor incidencia en la glucemia. O sea, un arroz blanco va a subir más el nivel de azúcar que un arroz con pollo.
La despensa orgánica ayuda al hacer régimen
Los productos orgánicos tienen unos criterios de cultivo diferentes a los convencionales. “Se usa un tipo de fitosanitarios o de abonos diferentes en su producción, pero este hecho, precisa Pérez, no influye en si engordan más o menos”. Además, tampoco son más saludables ni sostenibles.
No se puede comer fruta de postre

No hay evidencias que indiquen que el aporte calórico de una fruta varíe según el momento en que se coma. “De hecho, es un error criminalizar su consumo”, aclara Sánchez, que lanza esta pregunta: “¿Alguien conoce una patología asociada a su ingesta?”.
Hay que tomar versiones integrales
Aunque se diga que presentan un mejor perfil nutricional, tampoco conviene malinterpretar el mensaje. “Aportan mayor cantidad de fibra, pero su composición y aporte calórico es similar a los no refinados”, dice Verdejo.
Una dieta baja en grasas es mejor
Craso error, es más, evitarlas puede ser contraproducente cuando se quiere adelgazar, ya que la grasa junto con la proteína y la fibra son saciantes. “Lo que es primordial, aclara el autor del blog, es primar las ’buenas’ (frutos secos, pescados y aceites vegetales como el de oliva virgen extra)”, añaden los nutricionistas.
Retener líquidos hace que subamos de peso
Hay que borrar esta creencia popular que se ha puesto tan de moda. Son dos cuestiones diferentes, que no hay que mezclar, y precisa el experto anterior: “La obesidad o el sobrepeso se caracterizan por el acúmulo de grasa y no por el exceso de agua”.
Para adelgazar hay que tomar más proteínas

Aunque una dieta con un contenido proteico superior y menos grasas y carbohidratos puede ayudar, ya que para digerirlas y asimilarlas se produce un efecto termogénico (conlleva un cierto gasto calórico). “Eso no implica que por comer muchas proteínas adelgacemos. Hay otros factores que influyen”, afirma el dietista de Ergodinámica.
Estoy segura: me engordan los nervios
En muchas ocasiones, las situaciones de estrés o ansiedad pueden desencadenar un atracón o una mayor ingesta de alimentos. “Pero los nervios o la ansiedad como tales, por sí mismos, no engordan y no se puede generalizar porque cada persona es un mundo. Esa ansiedad puede comportarse de diferentes formas (falta de apetito, antojos puntuales como tomar chocolate por la noche…), aclara Aitor Sánchez.
Influye si cambia el metabolismo
No, este argumento es solo una excusa, explica Aitor Sánchez. “Se es obeso porque se sigue una dieta poco saludable”. Solo hay un porcentaje muy pequeño de personas que pueden culpar a su metabolismo: si estás enfermo, por ejemplo, y sufres hipotiroidismo (en ese caso hay un deficiente funcionamiento de la glándula tiroidea).
Comer sin gluten y sin lactosa adelgaza
Es una terrible afirmación. Una dieta libre de lactosa y gluten está indicada para intolerantes a estas sustancias y no produce pérdida de peso. “Es más, algunos productos gluten free contienen mayor cantidad de azúcar o de grasa”, aclara Manuela Verdejo.