Se suele decir que las etiquetas de los alimentos son indescifrables, sobre todo porque tienen letras de pequeño tamaño y palabras o mensajes difíciles de entender: códigos E, nombres extraños y advertencias que no siempre comprendemos. Una de ellas es precisamente la que advierte acerca del contenido en fenilalanina. Podemos encontrarla sobre todo en chicles, caramelos, refrescos y otros alimentos dulces, con la frase “contiene una fuente de fenilalanina”. Pero ¿qué significa exactamente y qué deberíamos hacer al respecto”.
¿Qué es la fenilalanina?
Lo primero, tranquilidad. A pesar de que pueda sonarnos extraño, la fenilalanina no es ninguna sustancia peligrosa que se añada a los alimentos con fines oscuros. Se trata simplemente de un aminoácido. Es decir, es uno de los compuestos que constituyen las proteínas. De hecho, se trata de uno de los nueve aminoácidos esenciales para el ser humano, junto con isoleucina, leucina, lisina, metionina, treonina, triptófano, valina e histidina. Eso significa que son aminoácidos que nuestro organismo no puede sintetizar a partir de otros nutrientes, así que debemos obtenerlos necesariamente a partir de los alimentos que ingerimos en nuestra dieta.

Como podemos deducir, la fenilalanina se encuentra de forma natural en alimentos ricos en proteínas, tanto de origen animal, como vegetal; por ejemplo, carnes rojas, pescado, huevo, productos lácteos, legumbres (garbanzos, lentejas, cacahuetes, soja, etc.), frutos secos (almendras, nueces, avellanas, etc.), etc.
¿Por qué se advierte acerca de la presencia de fenilalanina en la etiqueta de algunos alimentos?
Si tenemos en cuenta lo que acabamos de mencionar, la pregunta es evidente: ¿por qué se advierte sobre la presencia de fenilalanina en algunos alimentos si se trata de un aminoácido esencial que además está presente de forma natural en muchos de ellos, como carne o huevos?
El problema es que algunas personas no son capaces de metabolizar la fenilalanina porque carecen de la enzima fenilalanina hidroxilasa. Este trastorno, que se llama fenilcetonuria (conocida también como PKU, del inglés phenylketonurya), hace que la fenilalanina se degrade por una vía metabólica alternativa, formando fenilpiruvato, que es un compuesto neurotóxico que afecta al cerebro, especialmente durante su desarrollo, así que puede causar graves daños cerebrales, como discapacidad intelectual y problemas psicomotrices.
Las personas con fenilcetonuria ya saben que pueden encontrar fenilalanina en alimentos proteicos, como huevos o carne, donde ese aminoácido está naturalmente presente. Pero en alimentos procesados la tarea se complica. Por ejemplo, normalmente no se espera encontrar proteínas o aminoácidos en productos como chicles, caramelos o refrescos. Sin embargo, muchos de ellos se endulzan con aspartamo, un edulcorante que está compuesto por dos aminoácidos: ácido aspártico y fenilalanina.
Dicho de otro modo, la indicación “contiene una fuente de fenilalanina” se muestra sobre todo en productos que contienen aspartamo, para advertir a las personas con fenilcetonuria de la presencia de ese aminoácido en alimentos donde normalmente no se esperaría encontrar este compuesto.
¿Cómo se diagnostica la fenilcetonuria?
Como acabamos de mencionar, las personas con fenilcetonuria pueden sufrir graves trastornos de desarrollo si ingieren fenilalanina. Por eso es importante detectar este problema cuanto antes. Como es hereditario, su detección se puede realizar desde el mismo momento del nacimiento. Y es precisamente lo que se hace. Por eso se realiza la famosa “prueba del talón” a los bebés recién nacidos: se da un pequeño pinchazo en el talón para obtener una muestra de sangre y así poder analizar si sufren este trastorno o no.

¿Cuál es el tratamiento?
En los últimos años se han desarrollado fármacos para tratar la fenilcetonuria, pero aún son experimentales y no están en el mercado porque no se sabe si son efectivos y seguros. Lo que sí existe es un fármaco que permite recuperar parte de la actividad de la enzima fenilalanina hidroxilasa, así que puede ayudar a mantener los niveles de fenilalanina en un rango seguro, aunque solo es efectivo en un pequeño porcentaje de las personas afectadas.
Así pues, la solución pasa por un tratamiento dietético. Es decir, las personas con fenilcetonuria deben seguir de por vida una dieta baja en fenilalanina, lo que, a grandes rasgos, significa seguir una dieta baja en proteínas. Eso sí, pautada y supervisada por un profesional sanitario. Hace años se pensaba que esto solo era necesario a edades tempranas, hasta la edad de diez años aproximadamente, pero en la actualidad se recomienda hacerlo a lo largo de toda la vida, especialmente durante el embarazo.