La de Hollywood, la de los 150 g, la de la alcachofa, la de los colores… la mayoría de estas fórmulas adelgazantes suenan bien y prometen resultados sin apenas esfuerzo. Algo que engancha, ya que la idea de que podemos adelgazar rápido, sin esfuerzo, sin sufrir, sin pasar hambre... ¿Quién no ha buscado una fórmulas milagro en un momento determinado o ha intentado seguir el régimen de su prima porque le fue muy bien? Tampoco las prisas son buenas consejeras: ¿Has vuelto de vacaciones y quieres soltar lastre ya? ¿Las compañeras de trabajo te han hablado de unas pastillas quemagrasas que funcionan de maravilla y no tienes que abandonar ningún alimento? El problema, según explica, Marta Vallejo, especialista en nutrición y dietética de la Clínica Opción Médica, es que estos remedios milagrosos no funcionan a largo plazo y no te dejan claro un concepto: dieta significa estilo de vida y cualquier pérdida de peso tiene que ser saludable. “Conllevan una fuerte restricción de alimentos, lo que se traduce en que no estás ingiriendo todos los nutrientes necesarios para el funcionamiento del organismo, y si se prolongan el tiempo pueden afectar seriamente la salud”. ¿Cuáles? La deficiencia de minerales y vitaminas produce alteraciones en el gusto. También pueden favorecer la osteoporosis o los trastornos en la coagulación sanguínea. Tampoco son deseable los efectos en el plano psicológico, pueden desencadenar trastornos en el comportamiento alimentario. Además todas, todas causan efecto rebote. Cuando sometemos al organismo a grandes restricciones, este se convierte en ahorrador, guarda reservas y gasta menos. Lo que te hará que recuperes el peso más algún kilito más.
Muchas veces se camuflan bajo campañas de marketing muy bien organizadas o cuentan con un portavoz científico que puede ser un reputado médico, pero que no están avaladas por estudios científicos. Otras veces utilizan una celebrity para fomentar el enganche. ¿Hay que creerse todo a pies juntillas? El consejo es claro: “Para elegir una dieta correcta tenemos que tener en cuenta muchos factores, el primero es que los milagros no existen, cambiar de hábitos es primordial, tampoco hay que volverse loco, la dieta mediterránea es la mejor herramienta para cuidar la alimentación y se la llevamos a cabo con un dietista-nutricionista titulado el acierto será seguro”, explica Luis Hidalgo, presidente del Colegio Oficial de Dietistas-Nutricionistas de Murcia (CODINMUR). Descubre en la galería otras claves para dar esquinazo a los planes aberrantes para perder peso.
No tienen base científica
Se suelen asentar en premisas no confirmadas ni avaladas por estudios científicos. “Con el paso de los años, explica la doctora Vallejo, se ha demostrado que la mejor dieta es aquella que elimina los kilos extra de forma saludable y mantiene los resultados a futuro”.
No da opción para mantener el peso estable
¿La consecuencia? Se produce el temido efecto yo-yo o rebote. “Cuando el cuerpo percibe una situación de ayuno, automáticamente se produce un mayor rendimiento del metabolismo y ahorro energético, de tal forma que la persona, una vez finalice la dieta y como de forma habitual, recuperará el peso perdido”, dice Vallejo.
Restringe grupos de alimentos
“Al eliminar alimentos del plan nutricional, se pierden vitaminas y minerales esenciales que permiten el correcto funcionamiento del cuerpo”, dice Vallejo.
No está personalizada
Un mismo patrón no es apto para todo el mundo. Hay que tener en cuenta el estilo de vida (come fuera de casa, es sedentaria, va al gimnasio...), las necesidades de cada persona, los patrones antropométricos (peso, altura…), si se sufre algún tipo de enfermedad o intolerancia.
Te invitan a tomar una decisión impulsiva
Ponerse a régimen no es una decisión que puedas tomar a la ligera. “Piensa si necesitas poner en orden tu alimentación, si estás abusando de alimentos bomba, si picoteas en exceso. Ponerse a dieta significa cuidarse, quererse y respetarse”, dice Luis Hidalgo.
Se puede implementar sin un profesional sanitario
“Ni la salud ni la dieta se pueden autoevaluar”, aclara Leila Pérez Venturino, dietista-nutricionista del Hospital Vithas San José (Vitoria-Gasteiz), "hay que contar con un profesional cualificado”.
Garantizan una bajada de peso exprés
Aseguran resultados mágicos, garantizados y sin esfuerzo. ¿Hay que desconfiar? Sí, si algo suena demasiado bonito, pueda que no sea verdad.
Prometen resultados rápidos
Las proezas no existen ni tampoco se pueden marcar tiempos. “No hay atajos que sirvan, la única solución es hacer una reeducación alimentaria y necesita tiempo”.
Están avaladas por algún gurú
Muchas toman el nombre de su creador (Dukan, Perricone, Atkins, Montignac...) ¡Cuidado! Si es así, esta dieta es un peligro. Pueden ser médicos con o sin especialidad en nutrición y curiosamente venden todo tipo de suplementos a precios prohibitivos.
Presentan testimonios para aportar credibilidad
“A María le cambio la vida”, “La dieta con la que ha adelgazado 1 millón de personas”, “La única estrategia nutricional que puede curarte”, "La modelo X perdió toda la celulitis que tenía". Estos mensajes son una estrategia de marketing y de publicidad, no te dejes llevar. Por qué seguir la dieta de una famosa ni de una amiga, busca un patrón dietético personalizado.
Hay que llevar una guía de lo que se puede comer y qué no
¿Te imaginas llevar un diario a cuestas? ¿Hacer complicadas listas de compra? Este tipo de prácticas están avocadas al fracaso y ten conducirán a sufrir efecto rebote. Tras un plan restrictivo, damos paso al atracón.
Tienes que hacer complejas combinaciones
“Una dieta donde debas ceñirte a un plan muy estricto, no se debe mantener a largo plazo" y, añade Vallejo, "si tienes que pensar todo el rato en lo que puedes o no comer, es imposible hacer este plan dietético por mucho tiempo".
Ensalza las cualidades de un determinado alimento
No hay alimentos ni buenos ni malos y ninguno por sí solo puede curar . De ahí que las dietas monotemáticas (de la alcachofa, de la piña, del sirope de arce…) no puedan funcionar.
Hay que suplementar con productos dietéticos de firma
Para adelgazar, no necesitas productos bajo en calorías ni preparados con cualidades asombrosas. “Se puede bajar de peso con alimentos habituales”, dice la experta de Vithas. Ojo, también si hay que suplementar con productos dietéticos de firma (barritas, batidos, snacks…) que casualmente vende el maestro que ha diseñado el plan nutricional.