Lo primero que debemos tener claro es que dejar de fumar siempre es la mejor opción y, aunque engordar después de dejar el tabaco es algo bastante frecuente, es importante tener presente que esos kilos de más suelen ser temporales y que, además, se puede minimizar ese aumento de peso con pautas sencillas, como cuidar la alimentación, mantener unos horarios de comidas regulares, no saltarse ninguna de ellas y, lógicamente, hacer ejercicio.
Cuando se recomienda hacer ejercicio regular cuando se está dejando de fumar no solo se hace porque ayuda a evitar ese aumento de peso, también porque es una forma excelente de liberar tensiones y calmar la ansiedad que se produce al dejar el tabaco.
Otra cuestión fundamental que debemos asumir al dejar de fumar es que hay ciertos hábitos que deberemos, al menos al principio, cambiar para que no nos cueste tanto esfuerzo abandonar el tabaco. Si, por ejemplo, hay determinadas situaciones que nos recuerdan el tabaco y nos incitan a fumar, es mejor sustituirlas por otras que no tengamos tan asociadas a ese hábito. Si hacemos una pausa en la jornada laboral para bajar a fumar a la calle, los primeros días es recomendable evitarla o modificarla: en vez de bajar al mismo sitio en el que solíamos fumar podemos dar un pequeño paseo o ir a una cafetería a tomar una infusión, por ejemplo. ¿No eres capaz de imaginarte tomando una caña sin un cigarro en la mano? Sustituye esta bebida por otra en tus primeras salidas después de dejar de fumar. Todo es cuestión de tiempo, y estas situaciones que al principio te costarán tanto, con el paso del tiempo se irán normalizando y podrás hacerlas compatibles con tu nueva situación de no fumador.
Al dejar de fumar, el cuerpo pide azúcar para sustituir la nicotina y el chute de adrenalina que nos aporta, por eso, es frecuente recurrir a los dulces y a los alimentos grasos para calmar esa ansiedad que produce la falta de esta sustancia. La pasta, el arroz y la fruta serán buenos aliados para sobrellevar este proceso. Todos estos síntomas se producen con más fuerza al principio, por lo que debemos ser conscientes de que después nuestro organismo se regulará y poco a poco iremos teniendo más armas para controlarlo y la dependencia será menor. Nadie dice que sea fácil, pero lo que sí es una certeza es que el esfuerzo merece la pena a cambio de todos los beneficios para la salud que ganaremos al dejar de fumar. ¡Puedes hacerlo! A continuación, te damos algunos consejos que te ayudarán a dejar de fumar sin engordar.
Alimentación
Evidentemente, lo mejor para evitar engordar al dejar de fumar es controlar la dieta. Trata de reducir la ansiedad y la tentación de recurrir a la comida grasa y rica en azúcar por caprichos saludables, un poco de chocolate negro, sin abusar, si tomas pizza, que sea vegetal y casera, si un día te apetece un dulce, hazlo tú misma en casa y, sobre todo, haz 5 comidas diarias o más. Es mejor comer con más frecuencia que pocas veces y mucha cantidad. Toma fruta y verduras para reforzar tu sistema inmune.
Ejercicio
Para no engordar al dejar de fumar, muévete. Es fundamental hacer ejercicio, ya que, además de ayudar a perder peso, es la mejor manera de liberar endorfinas, descargar tensiones y calmar la ansiedad. Apuesta por el ejercicio aeróbico: una media hora diaria es perfecta para combatir los kilos al dejar el tabaco.
Cigarros clave
Hay cigarros que cuesta más dejar que otros. Para algunas son los llamados “cigarros sociales”, los que se fuman estando con amigos tomando algo, en el trabajo al hacer el descanso, etc. Para otras personas el cigarro del café por la mañana es el más duro y hay quien tiene predilección por el cigarrito de “después”… la clave está en cambiar esos hábitos y buscar sustitutos para esos momentos: ¿el café o la cerveza te recuerdan al tabaco? Cambia esas bebidas por otras durante un tiempo, recurre a los chicles o caramelos sin azúcar para sustituir algunos de esos cigarros, etc.
Sustitutos del tabaco
Los primeros días, tras dejar de fumar, el síndrome de abstinencia puede ser muy fuerte, por lo que es buena idea buscar sustitutos de la nicotina. Parches, chicles, caramelos e incluso algunos fármacos pueden ser muy útiles, pero siempre debemos consultarlo con el médico para que nos asesore.
Hidratación
Una correcta hidratación es fundamental para gozar de un buen estado de salud y que los procesos de nuestro cuerpo se produzcan de manera adecuada. Además, el agua crea sensación de saciedad, por lo que es muy eficaz para evitar el apetito por ansiedad que aparece al dejar de fumar.
Fruta
Ante la demanda de azúcares que hace nuestro cuerpo al dejar el tabaco, es importante tener siempre a mano fruta. Si podemos, es mejor comerla entera que beberla en zumo, ya que el zumo tiene un índice glucémico mayor que la pieza de fruta.
Horarios de comidas
Es importante, sobre todo los primeros días después de dejar de fumar, organizar bien nuestros horarios de comidas y ajustarnos a él, para llevar así mejor la ansiedad que se produce al dejar el tabaco y evitar los atracones y los picoteos poco saludables.
Cuidado con el café y el té
Tanto el café como el té son bebidas estimulantes, aumentan la producción de cortisol y eso nos puede provocar más estrés o ansiedad, sensaciones que no son muy beneficiosas cuando estamos intentando dejar de fumar.
Mente ocupada
Todos sabemos que los viajes a la nevera son más frecuentes si nos aburrimos o estamos sin hacer nada, por eso, es importante buscar actividades para hacer y mantener la mente ocupada para evitar engordar al dejar de fumar.
Alimentos integrales
Al dejar de fumar es frecuente que el cuerpo pida más azúcares, una forma de cubrir esta necesidad sin recurrir a los dulces es optar por tomar pasta y pan, pero mejor que sean integrales porque son más ricos en fibra y disminuyen la cantidad de glucosa que entra en sangre.
Engaña a tus manos
Muchos fumadores, pocos días después de dejar de fumar, llevan mal la sensación de no tener un cigarrillo entre los dedos. Puedes recurrir a sujetar un boli, a las típicas pelotas y juguetes anti estrés para tener en las manos cuando esa sensación aparezca. Mantener las manos ocupadas también evita que recurramos a coger caramelos o a comer para tratar de aliviar esa angustia que se produce.
Tentempiés sanos
Ya hemos hablado de la necesidad de hacer cinco comidas diarias para mantener el organismo activo y no llegar de una comida a otra con tanta hambre. Sin embargo, es conveniente que apostemos por tentempiés saludables, como fruta, yogur desnatado, frutos secos, encurtidos, etc.
Bebidas calientes
Las bebidas calientes también son muy recomendables al dejar de fumar, ya que aumentan la sensación de saciedad y ayudan a eliminar toxinas del organismo. Las infusiones serán grandes aliadas.
Kudzu
Hay alimentos que ayudan a sobrellevar el estrés y la ansiedad que aparece al dejar de fumar. Uno de ellos es el kudzu, una planta que es efectiva para reducir el deseo de fumar y ayuda a eliminar toxinas del organismo.