El melocotón es una de las frutas más famosas de esta época del año (su temporada comprende desde mayo a septiembre) y también otra de las más recomendables en nuestra dieta por sus propiedades nutricionales. Como postre, en las ensaladas, en mermeladas, en zumos o batidos, complementando muchas otras comidas… el melocotón, como otras frutas de su familia (nectarinas o albaricoques, por ejemplo) es una fruta ideal ideal para el verano, ya que presenta muchas propiedades beneficiosas para la salud y una gran cantidad de antioxidantes.
Por si su sabor dulce y sus numerosas propiedades no fueran suficientes, el melocotón también es uno de los alimentos, como la mayoría de las frutas, con un bajo aporte calórico por su alto contenido en agua. Otros de sus beneficios incluyen su capacidad para mejorar el aspecto de la piel o el pelo, regular el tránsito intestinal y mejorar las digestiones y el sistema cardiovascular. Gran parte de las propiedades del melocotón se encuentran en su piel, por lo que es recomendable comer esta fruta sin pelar, siempre y cuando esta hayan sido lavada y provenga de un cultivo ecológico. Por el contrario, si en los cultivos se han utilizado pesticidas o si simplemente los pelitos de la piel te resultan algo desagradables, mejor que peles la fruta antes de tomarla.
Los melocotones son originarios de China, un país donde eran muy apreciados por sus propiedades rejuvenecedoras, hasta el punto de que eran considerados como todo un símbolo de la inmortalidad. Posteriormente su consumo se extendió al resto de Europa, y en la actualidad España, Italia y Grecia, por sus condiciones climáticas, son sus mayores productores. Como es una fruta de temporada, el melocotón aguanta relativamente poco tiempo en buenas condiciones después de haber sido recogido, por lo que debe comerse fresco y cuando esté maduro. Siempre existe la opción de consumirlo en otras fechas, enlatadado en almíbar (aunque esta opción contiene azúcares añadidos y no sería muy recomendable), pero sus nutrientes y propiedades serán mucho menos notables.
Estos son algunos de los beneficios que los melocotones reportan a nuestra salud. ¿Necesitas más razones para incluir esta deliciosa fruta en tu dieta este verano?
Los melocotones facilitan la digestión
El melocotón es un fruto poco pesado en el estómago y además colerético, es decir, que ayuda al hígado a realizar los procesos digestivos al incrementar la producción de bilis y favorecer la disolución de las grasas.

Mejoran el estado de la piel
El melocotón contiene betacaroteno, una sustancia antioxidante que se transforma en vitamina A en el cuerpo. Esta es esencial para el buen estado de las mucosas, los huesos, el cabello, y la piel.

Combaten el estreñimiento
Por su contenido en fibra, el melocotón es eficaz en casos de estreñimiento y útil para regular el tránsito intestinal. La fibra tiene igualmente cierto efecto saciante, que te ayudará a comer menos si pretendes perder peso.

Protegen tu corazón
El melocotón contiene cumarinas, una sustancia que hace que disminuya la permeabilidad de los capilares y aumente su resistencia, mejorando la microcirculación venosa. Por ello esta fruta es un excelente protector cardiovascular.

Eliminan líquidos
El melocotón es rico en minerales como el magnesio, el fósforo, el cinc o el potasio. Este último ayuda a mantener el equilibrio hídrico y resulta adecuado para eliminar líquidos y toxinas sobrantes del organismo.

Ricos en vitamina C
Una pieza mediana de esta fruta aporta más del 15 % de las necesidades diarias de vitamina C para el organismo. Esta sustancia fortalece el sistema inmune, protege a las células de los radicales libres y es fundamental para la síntesis de energía.

Reducen la inflamación
Los flavonoides de los melocotones son unos excelentes antiinflamatorios. Estas sutancias combaten el dolor y la inflamación local, y ayudan a prevenir dolencias como el dolor de huesos o articulaciones, las tendinitis, el reuma o la artritis.

Reducen el colesterol
El betacaroteno y los compuestos fenólicos del melocotón ayudan a impedir que el colesterol LDL (o colesterol malo) se acumule en las arterias. Esto disminuye las probabilidades de sufrir problemas cardíacos, y además aumenta los niveles del colesterol bueno.

Cuidan de tu vista
El betacaroteno, un antioxidante presente en esta y otras frutas y alimentos anaranjados (naranjas o zanahorias) es esencial para conservar una buena salud en los ojos, preservar la vista con la edad y prevenir enfermedades como las cataratas.

Pueden prevenir ciertos tipos de cáncer
Los antioxidantes de los melocotones los convierten en un aliado para prevenir determinados tipos de cáncer, ya que estas sustancias ayudan a reparar el daño celular causado por los radicales libres. Su contenido en fibra también les hace eficaces para prevenir cánceres relacionados con el aparato digestivo, como el de boca, de estómago o de colon.
