Cada vez son más las personas que se suman al estilo de vida vegano, ya sea por cuestiones de salud, éticas o medioambientales. Según los últimos estudios, en España más de cinco millones de personas se consideran veganas, vegetarianas o flexitarianas, lo cual supone un aumento de 1.300.000 personas con respecto a la cifra de hace dos años. ¿Estás considerando sumarte tú también a este movimiento? Te contamos lo que deberías tener en cuenta.
Las personas veganas no toman ningún tipo de alimentos de origen animal, lo que incluye no solo carne y huevos, sino también leche, miel, queso o yogur. Como cada vez son más las personas concienciadas con el respeto a los animales y al medio ambiente, la industria alimentaria se ha puesto las pilas y actualmente es fácil encontrar productos aptos para veganos en el supermercado, como el queso vegano, el tofu, las bebidas vegetales o los alimentos a base de soja. Sin embargo, es importante tener en cuenta que no todos los productos veganos son saludables solo por el hecho de no llevar ingredientes animales.
Uno de los aspectos más importantes a la hora de seguir una dieta vegana es hacerlo con salud. Priorizar la comida 'de verdad' en lugar de optar por dichos procesados veganos es un consejo que cualquier experto te daría (en realidad, esto puede aplicarse también a una dieta omnívora). Es normal que al empezar una dieta libre de alimentos de origen animal cometamos ciertos errores de principiante, y uno de los peores es descuidar la suplementación con B12, nutriente cuyo déficit puede provocarnos problemas de salud.
En una dieta vegana mal pautada es frecuente sufrir déficit de proteínas, vitaminas y minerales. El calcio es uno de los minerales cuya falta suele ser más común en este tipo de alimentación si no se conocen las fuentes vegetales de origen vegetal, pues se eliminan los lácteos. Sin embargo, dicho mineral no solo está presente en estos alimentos, sino que podemos encontrarlo en verduras de hoja verde, algunos frutos secos y semillas.
¿Estás pensando en hacerte vegana? A continuación te contamos cuáles son los errores más frecuentes que se cometen al iniciarse en este estilo de vida. ¡No los cometas!
Sustituir el queso por elaboraciones de baja calidad
El queso es uno de los alimentos más adictivos, por lo que al empezar una dieta vegana suele ser de lo más complicado de eliminar. Un error muy frecuente es optar por sustitutos elaborados a base de leche de coco y saborizantes que intentan imitar al queso de origen animal. Este tipo de productos aportan altas cantidades de grasas saturadas, por lo que no son nada recomendables. Los quesos de frutos secos son una opción mejor, aunque suelen ser más caros.

No elegir bien las fuentes de proteína
La calidad de las proteínas de origen vegetal no es la misma que las proteínas de origen animal, por lo que es importante combinarlas bien para obtener un plato completo a nivel nutricional. Por ejemplo, juntando en el mismo plato lentejas con arroz, guisantes con pasta, garbanzos con fideos...

No comer suficientes legumbres
Las legumbres son una de las fuentes más importantes de proteína vegetal en las dietas veganas. Por si fuera poco, también aportan magnesio, hidratos de carbono complejos, vitaminas del grupo B y fibra, nutrientes muy importantes y complicados de obtener si no consumimos suficientes legumbres.

Tomar leche vegetal como sustituto de la de origen animal
En el mercado hay un montón de leches pensadas para sustituir las de origen animal: de almendras, de soja, de arroz, de avena.. Aunque son una buena alternativa para sustituir la leche en algunas recetas, no son iguales a nivel nutricional, por lo que debemos tratar de asegurarnos un buen aporte de calcio, fósforo y proteínas por otras vías. La única bebida vegetal que, a día de hoy, nutricionalmente es más similar a la de origen animal es la de soja.

Creer que los procesados veganos son siempre saludables
Hoy en día podemos encontrar un montón de ultraprocesados veganos en el supermercado, pero no debemos caer en la trampa de que por ser veganos son saludables. Harinas refinadas, azúcar, grasas de mala calidad y sal son aptos para veganos, pero también ingredientes insanos que convierten a un producto en poco saludable.

No tomar suficiente fruta y verdura
Parece una obviedad, pero la fruta y la verdura siempre deben estar presentes en la dieta (seas vegana o no). Haz que las verduras y hortalizas sean los protagonistas de tus platos y come fruta para desayunar, de postre y en cualquier momento que te apetezca. Aquí tienes algunos trucos para añadir más fruta a tus menús.

No tomar suplementos de B12
Este nutriente se encuentra en alimentos de origen animal (excepto en la miel) y su déficit puede provocar anemia entre otros síntomas clínicos. Aunque está presente en algunas algas, hongos comestibles, levadura de cerveza, etc; no es una forma de B12 biodisponible para nuestro metabolismo, por lo que es importante recurrir a suplementos.
