Algunos nutrientes pueden aliviarte en un momento de resaca. Aunque lo primero que te va a suceder tras una comida o cena de excesos es que no tendrás nada de hambre. “Esto sucede porque el alcohol es un ingrediente muy calórico y el organismo, como compensación, hace que el apetito no sea muy elevado”, dice Giuseppe Russolillo, presidente de la Fundación Española de Dietistas-Nutricionistas (FEDN).
Náuseas, dolor de cabeza, escalofríos, cuerpo destemplado, malestar general... ¿Qué puedes hacer para prevenirla? ¿Y, cuando ya la tienes, para que vaya a menos rápidamente?
Desayuno
Si te levantas con resaca, antes de desayunar bebe una taza de agua caliente con un trozo grande de limón y una cucharada de miel. La fruta reduce el mareo, las náuseas, la sensibilidad a la luz y al ruido y el dolor muscular. La miel es rica en potasio, que rehidrata y contiene fructosa, y ayuda a metabolizar el alcohol.
Espera un rato antes de tomar nada más. El desayuno más indicado para sobrellevar la resaca es:
- Una infusión o un café clarito (sin mucho café).
- Fruta en abundancia (dos o tres piezas, no necesariamente de la misma fruta).
- Cereales integrales (una tostada de pan o biscotes).
- Y además, dos buenas ideas: toma un zumo de naranja, rico en vitamina C, que es antioxidante y facilita la conversión del ácido fólico y la absorción del hierro en el intestino, lo que hace que disminuya el efecto del alcohol. Pero, cuidado, en dosis justas (solo un vaso), para evitar la acidez que puede provocar.
Tener la boca y la garganta resecas y sentir mucha sed son dos síntomas de la resaca. “Tenemos sed debido a la pérdida de electrolitos. Por ello, es necesario que nos rehidratemos. Más que aconsejable, es vitalmente necesario”, afirma la doctora Petra Navarro, especialista en Nutrición de Instimed (instimed.es; Madrid).
Recuerda que lo aconsejable son ocho vasos de agua al día (unos dos litros y medio, pero pueden repartirse también en infusiones y caldos.
Si sabemos antes de tiempo que vamos a beber y queremos evitar la resaca, por suerte hay una “preparación alimentaria prealcohol”, como la llama Françoise de Valera, experta en nutrición de Snack Gods. Así, “hay evidencias de que comer espárragos antes de salir a beber le da al cuerpo un suplemento de las enzimas necesarias para descomponer el alcohol”, dice De Valera.
También ayuda el tomar comidas ricas en grasa. Y proteínas: transportan el oxígeno (nutrientes) a la sangre, de ahí que sean necesarias en una resaca (queso parmesano, clara de huevo, soja, langostinos y gelatina, muy rica en ellas: 84% en 100 g).
Por su parte, Russolillo apunta otro truco infalible: alternar una copa con un botellín de agua. “Conseguimos mantenernos bien hidratados, tener sensación de saciedad y no beber tanto”.
Si la celebración navideña era a la hora de comer, es posible que tu tarde/noche sea de perros. Lo mejor es que no ayunes, sino que tomes una cena ligera, que puede componerse de una ensalada, una o dos piezas de fruta (de cualquier tipo), uno o dos yogures y una rebanada de pan integral. Para beber, todo el agua que toleres. No tomes grasas, porque la digestión será mucho más pesada.
Por otro lado, es interesante tomar alimentos ricos en vitamina B, ya que el organismo no es capaz de metabolizar correctamente el alcohol y lo intenta drenar lo mejor que puede por la vía hepática, la orina, el aliento y el sudor (por eso huelesi hemos bebido). Las vitaminas B están implicadas en esta eliminación. Toma frutas, huevos, cereales integrales, pistachos, piñones, nueces de Macadamia, pescado, atún o carne.