Muchas veces, las comidas principales no son suficientes para calmar nuestro hambre. Aunque un experto en nutrición nos desvela las ocho formas clave de saber que llevas una alimentación saludable, en ocasiones, podemos adoptar hábitos que no son del todo sanos. Uno de ellos son los picoteos o la ingesta excesiva de alimentos durante la tarde o noche. Las personas con este síndrome suelen experimentar una combinación de algunos síntomas que hacen que se desequilibre su nutrición. Esto se conoce como el Síndrome del comedor nocturno y es debido a ciertos motivos que veremos a continuación. Normalmente, además de afectar de forma directa a la nutrición, afecta a la salud mental. Si de forma constante, durante el día no tienes ganas de comer, pero, cuando llega la noche, el hambre voraz despierta, tu problema tiene nombre. Tiene nombre y puede afectar a la nutrición, la psicología y las enfermedades cardiovasculares.
El síndrome del comedor (NES) nocturno se trata de un trastorno de la conducta alimentaria que, en un estudio liderado por S.L. Colles, aseguró que este problema está asociado con la obesidad, los atracones y el malestar psicológico.
Características del Síndrome del Comedor Nocturno
Este trastorno de la conducta alimentaria comienza a cobrar importancia cuando los expertos y los estudios lo relacionan con un patrón de alimentación, relacionado con los atracones. Son un acto muy común en enfermedades como la bulimia o la anorexia nerviosa.

Entre las características se pueden destacar varias. La primera es la principal: una ingesta nocturna excesiva. Se come casi un 30 % de la ingesta calórica del día después de la cena o a lo largo de la noche, según el SNA. Hay un descontrol del apetito: por la mañana no se tiene casi hambre, mientras que por la noche el hambre es voraz. Otra característica es que las personas con este síndrome muestran problemas para conciliar el sueño. También se relaciona con problemas de estado de ánimo bajo o ansiedad. También hay un gran sentimiento de culpa por no tener conciencia ni control de estos atracones.
Un estudio relaciona este síndrome con enfermedades cardiovasculares y mentales
Además de ser una consecuencia psicológica, donde la ansiedad o el malestar psicológico previo puede provocar esta conducta, en el estudio publicado en National Library of Medicine, aseguran que "el consumo de tentempiés nocturnos explora la relación con la obesidad, el trastorno por atracón y el malestar psicológico".

Principalmente, otro estudio en Suecia asegura que la prevalencia es 2,5 veces mayor del síndrome en hombre con obesidad y 2,8 en mujeres con obesidad que si lo comparamos con los no obesos de ambos sexos. Una relación que se ha conseguido demostrar por expertos es que las personas que están en busca de una cirugía bariátrica para tratar la obesidad, tienden a tener este síndrome.
Como se puede controlar el Síndrome del Comedor Nocturno según un experto en psicología
Hay expertos de la psicología que trabajan en sinergia con los expertos en nutrición para conocer las estrategias que pueden ser beneficiosas para las personas que sufren este trastorno. En un estudio liderado por Jillon S. Vander Wal, del departamento de psicología de la Universidad de Saint Louis, asegura que las intervenciones psicológicas pueden tener buenos resultados.

Este síndrome asegura el experto que "tiende a coexistir con trastornos de ánimo, ansiedad, alimentación sueño y consumo de sustancias". Por ello, la evidencia limitada sugiere que los tratamientos farmacológicos basados en serotoninérgicos pueden ser beneficiosos. También es importante recordar los tratamientos psicológicos, "como la psicoeducación, la modificación de la alimentación, las estrategias de relajación, la higiene del sueño, la reestructuración cognitiva, la actividad física y la facilitación del apoyo social también pueden producir resultados beneficiosos", asegura en su documento.