Los cereales son uno de los pilares de la dieta mediterránea y uno de los alimentos que más energía aporta, gracias a su contenido en hidratos de carbono. También aportan vitaminas del grupo B, proteínas y fibra, este último muy beneficioso a la hora de mantener el sistema digestivo en buenas condiciones. Por todo esto, deberían estar presentes a diario en nuestra alimentación, pero no nos referimos a los típicos industriales, sino a los cereales más saludables, como la avena integral, el trigo, el arroz...

Cuando pensamos en cereales de desayuno, se nos suelen venir a la cabeza las típicas versiones azucaradas que venden en el supermercado, pero existen alternativas mucho más saludables: el muesli y la granola. Debemos la existencia de la segunda al médico estadounidense James Caleb Jackson, que dio con esta receta a mediados de 1800. Por su parte, el muesli fue creado por Maximilian Bircher-Benner, un médico y nutricionista suizo.
Diferencias entre muesli y granola
A menudo los confundimos ya que sus ingredientes son los mismos: copos de avena, frutos secos, fruta seca o deshidratada (normalmente pasas o dátiles) y semillas (de chía o de sésamo). La clave para diferenciar muesli y granola es fijarnos en el modo en el que se preparan y sirven. Los ingredientes del muesli no se hornean y se toman sueltos, y puede servirse caliente o frío.
Al tomarse crudo, el muesli tiene una textura mucho más suave y fina. Por su parte, la granola se elabora mezclando ingredientes con edulcorantes (miel, jarabe de arce o azúcar de caña), y se sirve fría, dando como resultado una mezcla extra crujiente. Su textura es algo más aglomerada pues los ingredientes tienden a pegarse entre sí por el añadido de los edulcorantes. Por tanto, es más sabrosa (pero también más calórica) que el muesli, mientras que este es mucho más difícil de digerir, sobre todo para aquellos que no están acostumbrados a la textura de los cereales crudos.
A priori, estos alimentos pueden parecernos un poco aburridos, pero si echas imaginación puedes crear las recetas con granola más deliciosas y saludables, una opción mucho mejor que comprar estos productos en el supermercado. La mayoría de los productos de granola y muesli comerciales suelen aportar altas cantidades de azúcar y, en el caso de la granola, aceites refinados.
Comparación nutricional
A nivel nutricional, muesli y granola son similares, aunque con ciertas diferencias. Si comparamos media taza de ambos, vemos que su principal diferencia es el aporte calórico (151 del muesli frente a las 212 de la granola). Una diferencia que se explica por el mayor contenido de azúcar (15,5 gramos de la granola frente a los 11 gramos del muesli) e hidratos de carbono de la segunda. Si hablamos de su contenido en proteínas, es de 5 gramos en el caso de la granola y de 3,6 gramos en el del muesli. En cuanto a su aporte de fibra, es el mismo. En conclusión: granola y muesli tienen un perfil nutricional similar, a excepción de su aporte calórico y de azúcar, mayor en la granola.