La icónica tortilla de patatas, el emblema por antonomasia de la gastronomía española aunque destaque por una sublime simplicidad su preparación puede ser algo más compleja de lo que pensamos. Pese al eterno debate de "con o sin cebolla", "muy hecha o poco hecha", e incluso el chef Dani García añadió un "polémico" ingrediente que para él es fundamental... Todos tenemos en mente cómo es nuestro plato más internacional, sin embargo, el chef Karlos Arguiñano tiene el truco infalible para conseguir una tortilla de patatas perfecta: jugosa y con mucho sabor que fascinará a todo el mundo independientemente de sus preferencias.

Se trata de la regla 6-3-1. Aunque lo parezca este nombre no hace referencia a tácticas deportivas, sino a una precisa proporción de ingredientes que garantizan el éxito de la tortilla según el chef vasco.

La fórmula es sencilla: 6 huevos, 3 patatas y una cebolla. Esta combinación, cuidadosamente calculada, da como resultado una tortilla jugosa y esponjosa. Arguiñano, maestro en la materia, sugiere el uso de patatas de tamaño medio, aproximadamente 300 gramos cada una, por cada media docena de huevos. Para añadir un toque extra de suavidad, recomienda agregar un chorrito de leche al batir los huevos o incluso incorporar levadura en polvo para una textura más esponjosa y una altura que roza la perfección.

La clave es freír la cebolla por separado y luego mezclarla con las patatas, asegurando así una textura y sabor óptimos. El tiempo de cocción es otro factor determinante: un minuto por cada lado en la sartén suele ser suficiente para lograr ese equilibrio entre una superficie dorada y un interior cremoso.
No obstante, es importante tener cuidado con el fuego y la temperatura, evitando que la tortilla se reseque.