¿Sabías que George Washington, primer presidente de Estados Unidos entre los años 1789 y 1797, tenía por costumbre servir pastel de zanahoria en las fiestas que celebraba? Si buscamos un origen cierto para este popular postre, la realidad es que todo es muy incierto.
Por ejemplo, encontramos referencias de recetas de pastel de zanahoria en los libros de cocina franceses publicados en el siglo XIX. Mientras que los panaderos estadounidenses de comienzos del siglo XX también tenían por costumbre preparar una tarta de zanahoria como si de un manjar alemán exótico se tratara.
La realidad es que, todo ello, demuestra que la tarta de zanahoria es tremendamente rica para comer. Pero, si bien el creador exacto de la tarta de zanahoria estadounidense moderna (tal y como la conocemos), todos los historiadores están de acuerdo en que se origina en las cocinas de los palacios medievales, como una especie de ‘pudín’ de zanahoria cocinado hervido o al vapor, a fuego lento, con la finalidad de acentuar los azúcares naturalmente presentes en la zanahoria, el cual era también enriquecido con especias, y mezclado con huevos y harina.
Y es que esos son algunos de los ingredientes básicos de la tarta de zanahoria: harina, preferiblemente integral, azúcar moreno, especias aromáticas (como la canela molida, tanto en su interior en forma de capas como en la parte superior y en los laterales, proporcionando ese toque delicado y curioso tan exquisito.
Pero el uso en la receta de determinados ingredientes plantea un problema común para quienes siguen un estilo de vida vegano. Y es que se utilizan algunos alimentos de origen animal que dan forma, consistencia y textura a la composición. Por suerte, es perfectamente posible aprender a hacer un auténtico carrot cake vegano. Y te enseñamos cómo.
Receta de carrot cake vegano (pastel de zanahoria vegano)

Ingredientes para el bizcocho:
- 250 g de harina
- 1 cucharadita de levadura en polvo
- 1 cucharadita de bicarbonato sódico
- ½ cucharadita de sal
- 2 cucharaditas de canela molida
- 2 cucharaditas de nuez moscada molida
- 2 y ⅓ tazas (255 g) de zanahoria rallada
- 2 cucharadas de harina de linaza + 6 cucharadas de agua
- ½ taza (120 ml) de aceite de girasol
- 1 cucharada de vinagre de sidra de manzana
- 100 g de nueces picadas
Ingredientes para el glaseado vegano:
- 3 y ¾ tazas (450 g) de azúcar en polvo (azúcar glas)
- 3 cucharadas de mantequilla vegana
- 1 cucharadita de extracto de vainilla
- 2 cucharaditas de vinagre de sidra de manzana
- 4 cucharadas de jugo de limón fresco
Elaboración:
Comenzamos a precalentar el horno a 180 ºC. Engrasamos dos moldes para pasteles y forramos cada una de las bases con papel de horno.
En un cuenco grande tamizamos la harina, la levadura en polvo, el bicarbonato de sodio, la sal, la canela molida y la nuez moscada, y combinamos mezclando bien. Añadimos la zanahoria rallada y el azúcar moreno.
En un cuenco pequeño mezclamos la harina de linaza con el agua, y dejamos reposar durante un minuto.
Mientras tanto, añadimos a un cuenco el aceite de girasol, el extracto de vainilla y el vinagre de sidra de manzana. Luego, añadimos la linaza y mezclamos bien. Ahora, añadimos esta mezcla húmeda a la mezcla de harina, y volvemos a mezclar de nuevo con un poco de paciencia. Agregamos las nueces picadas y volvemos a combinar nuevamente.
Dividimos la mezcla entre los dos moldes, introducimos en el horno y horneamos durante 30 minutos, o hasta que al introducir un palillo en el centro salga perfectamente limpio. Una vez cocinados, reservamos los pasteles en una rejilla hasta que se enfríen completo.
Mientras los bizcochos se enfrían, es el momento de preparar nuestro delicioso glaseado. Para ello, añadimos al vaso de la batidora eléctrica el azúcar glas, la mantequilla vegana, el extracto de vainilla, el vinagre de sidra de manzana y el jugo de limón. Batimos poco a poco, a baja velocidad. En caso de que el glaseado sea demasiado espeso, puedes añadir más jugo de limón, gota a gota, en función de la cantidad que sea necesaria hasta conseguir la consistencia deseada.
Ahora le llega el turno de hacer nuestro glaseado. Para ello, añadimos un poco de crema a la parte superior de una de las capas. Añadimos la otra capa encima y completamos el glaseado tanto de la parte superior como de los lados de nuestra tarta. Para terminar, espolvoreamos con algunas nueces trituradas por encima, y servimos.