Para que este popular plato sea perfecto, todo cuenta: la carne, el queso, los condimentos y, por supuesto, EL PAN. Pero... ¿qué pan de hamburguesa debes elegir? Esta es una cuestión importante y que incide en el resultado final, así que no la pases por alta. Si acaba a medio comer en un lado del plato, como sucede muchas veces, quizá sea porque no era el adecuado. El sabor, la textura y la consistencia son tres de las características a tener en cuenta.
A la hora de elegir el pan de la hamburguesa lo primordial es que sea:
- Tierno para que sea más fácil de comer. Mejor de corteza suave que crujiente. Si optas por uno demasiado duro, se te hará bola... ¡Eso es más un bocadillo que una burger! Pero tampoco conviene que sea muy blando, porque acabará hecho migas en tus manos.
- Jugoso, para que se empape bien con el jugo que suelta la carne, el queso fundido y los demás ingredientes, y no se rompa.
- Con un sabor propio pero que no enmascare el del resto. Se trata de que el conjunto quede realzado y que se complemente, no que sepa todo a pan.
- De tamaño adecuado para poder moderlo. Recuerda que las hamburguesas como mejor se comen es con las manos y a bocados, así que debe caberte en la boca. No pasa nada si tienes que usar cubiertos, pero pierde un poco la magia y, además, seguro que acabas dejándote algo...
A partir de ahí, ya entran los gustos personales de cada uno. Si eres de las que siempre pide el tradicional bollito con semillas de sésamo, ¡anímate a innovar! Hay muchas variedades de pan de hamburguesas ya que la receta está en constante evolución. El tipo brioche se ha puesto muy de moda últimamente en las gourmet, también los hay de colores como si fueran cupcakes salados, con semillas de todo de tipo... Tienes mucho donde elegir.
- Pan de cristal. Si no lo conoces, puedes intuir alguna de sus características por su nombre. Es un bollo ligero, con corteza fina y crujiente. Su interior esponjoso, con poca miga pero muy tierna, es perfecto para envolver el resto de los ingredientes. No resulta nada empalagoso y se mantiene firme, sin romperse. Además, su sabor es bastante suave y realza el de la carne.
- Pan rústico. De corteza crujiente y más dura, su interior también es algo más contundente. Es perfecto para aportarle a la carne ese toque 'de pueblo' que tanto gusta a muchos. También empapa muy bien las salsas y el queso consiguiendo que todo se mezcle. Puede resultarte un poco pesado, así que recomendamos que la hamburguesa no sea demasiado grande.
- Mollete. Estos panes blancos, de miga blanda y fina, tan populares en Andalucía, son muy adecuados para acompañar a carnes jugosas como la de la hamburguesa.

- Panes con semillas. Pueden ser bollitos de pan tradicionales con multicereales o con semillas de amapola en vez de sésamo. Aún hay más: puedes elegirlos con pipas de calabaza, con frutos secos... Solo te recomendamos que elijas bien los ingredientes del interior para que el pan no acabe restándole sabor al resto.
- Pan brioche. La estrella de las hamburguesas gourmet. Es esponjoso, tierno... y tiene un toque dulce, así que lograrás un mix de sensaciones en tu boca. Aprovecha el especial sabor del brioche para utilizar salsas ligeramente picantes o especiadas y no abuses del ketchup o quizá acabes encontrando el resultado demasiado empalagoso.