Seguro que alguna vez has oído hablar de los calçots y las tradicionales calçotadas que se celebran en Cataluña, pero ¿sabes qué son exactamente? Lo primero que debemos saber es que los calçots son una variedad de cebolletas alargadas, de tamaño similar al del puerro, de color blanco, de sabor dulce y textura tierna. Son ricos en fibra, sanos y ligeros.
Son originarios de Valls (Tarragona) y se atribuye este hallazgo comestible a un campesino que empezó a cocinar por primera vez los brotes tiernos de una cebolla en las brasas y los acompañó de una salsa casera. Sin embargo, este alimento se consume en toda Cataluña y es posible también comerlos en otras zonas de España.
Cómo se hacen los calçots

La forma tradicional de hacer los calçots es sobre llamas de sarmiento y suelen tomarse con salsa romesco o con una salsa denominada salvitxada. La capa exterior de estas cebolletas se carboniza, por lo que hay que retirarla para poder comer el interior del calçot, que queda tierno y sabroso. La parte del tallo no se come. Se suelen servir envueltos en papel de periódico para que mantengan el calor y sobre una teja y se mojan en la salsa de romesco o la salvitxada.
Hacer calçots es sencillo, pero son muchos los que, por tiempo o por comodidad, recurren a encargarlos a restaurantes y así solo deben preocuparse de disfrutar de su sabor.
La salsa con la que se acompañan los calçots recibe el nombre de salvitxada y los ingredientes con los que se hace son avellanas y almendras tostadas machacadas, aceite de oliva, tomates maduros asados, ajos crudos y asados, ñora, perejil (opcional), pan tostado mojado en vinagre y sal. Se trituran todos los ingredientes en el mortero hasta tener la salsa de la textura deseada (no debe ser muy líquida, pero tampoco muy espesa). Se trata de una salsa muy similar a la salsa romesco, aunque la diferencia está en las cantidades que se utilizan de cada ingrediente y, también, en que en la salsa romesco se suelen utilizar pimientos choriceros y en la salvitxada lo ideal es utilizar ñoras.
Si no se quiere o no se tiene tiempo para hacer la salsa casera, se puede comprar ya elaborada en numerosos supermercados y tiendas de alimentación.
Lo más popular de este alimento es la tradicional reunión de amigos y familiares en las que suelen tomarse, denominada calçotada. En esta misma fiesta también suelen degustarse carnes a la brasa y embutidos acompañados de buen vino. Estas reuniones se suelen realizar entre finales de invierno y principios de primavera, cuando se considera temporada de calçots.
En estas calçotadas hay una estampa muy típica: un grupo de personas comiendo con las manos y con un babero para evitar las más que seguras manchas que tendrá la ropa al comer calçots si no la cubrimos correctamente.
Una excusa para reunirse con amigos, familiares, pasar un buen rato, comer y beber, es decir, un plan perfecto para disfrutar en buena compañía.