¿Has oído hablar de la dieta alcalina? Los partidarios de este régimen de alimentación sostienen la idea de que el consumo de alimentos formadores de ácido, como la carne roja, puede desequilibrar el nivel de pH y provocar diversos problemas de salud. El objetivo que persigue la dieta alcalina es equilibrar el pH del organismo a través de la alimentación, ya que esto puede tener una gran variedad de beneficios para la salud, según teorizan los expertos en ella.
El concepto básico que hay detrás de esta forma de alimentación es que si constantemente introducimos alimentos ácidos en nuestro cuerpo a través de nuestra ingesta diaria, ¿cómo tiene nuestro sistema tiempo para hacer otra cosa que no sea eliminarlos? El PH es una medida de ácidos y álcalis en todo el cuerpo en una escala de 0 a 14. Las sustancias ácidas van de 0 a 7; el vinagre, por ejemplo, tiene un pH de aproximadamente 2, lo que significa que es ácido. Las sustancias alcalinas, por el contrario, se encuentran entre 7 y 14 en la escala. El calcio, presente en los lácteos y en los frutos secos, entre otros alimentos, es muy alcalino, y tiene un pH de aproximadamente 10. En su estado natural, nuestra sangre es ligeramente alcalina, entre 7,35 y 7,45, mientras que nuestro estómago es muy ácido con el objetivo de ayudar a digerir los alimentos.
¿Qué alimentos son alcalinos?
La dieta alcalina se basa en la teoría de que las enfermedades se desarrollan en un medio ácido y por ello hay que equilibrar el cuerpo consumiendo alimentos alcalinizantes. Según la dieta alcalina nuestra alimentación debe incluir un 80% o más de alimentos alcalinizantes y un 20% (o menos) de neutros o moderadamente acidificantes:
- Alimentos alcalinizantes: en este grupo se engloban las verduras como el pepino, las espinacas, la soja, el brócoli, la col, la coliflor, las coles de Bruselas, el aguacate, la remolacha, la lechuga, la berenjena, el apio, el ajo, los espárragos, la zanahoria o el calabacín. También tubérculos como la patata, cereales como el trigo sarraceno o la quinoa, y legumbres como las lentejas o las judías.
- Alimentos neutros o moderadamente acidificantes: legumbres como los garbanzos o las judías rojas, frutas como el melón, la sandía, la ciruela, la manzana, el albaricoque, el plátano, los arándanos, las uvas, las naranjas o el mango. Arroz y pasta integral.
- Alimentos altamente acidificantes: Carne roja, carne blanca, huevos, chocolate, lácteos, café, té y alcohol.

¿Es efectiva la dieta alcalina?
Lo cierto es que, a pesar de ser una dieta muy famosa en todo el mundo, no hay evidencia de que los alimentos puedan cambiar el pH de nuestro cuerpo. No se puede modificar la acidez del cuerpo, solo el de algunos fluidos, como el de la orina o la saliva, por ejemplo. Otro de los argumentos que los expertos suelen usar para desmontar la teoría de la dieta alcalina es que el pH varía entre los diferentes órganos y fluidos del cuerpo, ya que cada uno tiene una función distinta.