En otoño, la depresión que supone decir adiós a las frutas de verano se pasa rapidísimo gracias a la alegría que le dan a la frutería la llegada de los mangos (de origen español), las uvas, los caquis o la granada, fruta infravalorada durante muchos años que por fin está siendo descubierta cada año por más personas, que recurren a ella para muchas más recetas que simplemente embellecer una ensalada.
La granada es una caja de sorpresas para quien nunca la haya abierto antes. También puede ser una tortura estrenarse con ella, así que antes de hacerlo mira bien cuál es el método más rápido para limpiarla, porque sería una pena que le cogieras manía, cosa que puede pasar. Si tienes peques en casa, por cierto, es una fruta que les chifla abrir, ya que sus semillas interiores de un color rojo apabullante, precioso, les llaman muchísimo la atención.
Pero no es esta fruta mediterránea -en España se cultiva en cantidad, aunque también se hace en otros lugares del mundo con un clima propicio, como es el caso de California, por ejemplo- un alimento que destaque solamente por lo estético, sino que también lo hace por su sabor y también, como ocurre todas las frutas, por su composición nutricional.
Beneficios nutricionales
Rica en nutrientes y antioxidantes, la granada es un ingrediente ideal para aportar su granito de arena a cualquier dieta saludable. Es, además, una fruta muy versátil, que funciona de maravilla en platos salados, postres e incluso desayunos y meriendas -con yogurt está buenísima-, de manera que es muy sencillo introducirla en tu dieta si no lo has hecho antes.
Beneficios para la salud
Más allá de los beneficios nutricionales que tiene como fruta que es, la ciencia ha investigado cómo impacta la granada en la salud de las personas que comen de forma habitual. Se sabe que ayuda a proteger de las enfermedades cardiovasculares porque regulan el colesterol. También tiene propiedades antiinflamatorias al ser fuente de vitamina C, y sus antioxidantes colaboran con la disminución de la presión arterial alta.
Otros estudios le atribuyen la capacidad de ayudar con la disfunción eréctil y de fortalecer la barrera natural del organismo contra algunos tipos de cáncer, pero son investigaciones puntuales, no un consenso mayoritario. Se trata, por lo tanto, de un magnífico alimento, pero como siempre recordamos cuando ponemos en valor uno en valor, no existen los superalimentos, y nunca su impacto por separado será tan potente como cuando forme parte de una dieta saludables, variada y rica en frutas y verduras.